Las tarjetas de crédito y débito se han convertido en un medio de pago cada vez más utilizado, siendo frecuente que los establecimientos comerciales ofrezcan a sus clientes la posibilidad de efectuar sus pagos con diferentes tipos de tarjetas.
Los comercios no estamos obligados a aceptar este instrumento de pago, si bien es frecuente que, como consecuencia de la competencia existente y a fin de facilitar las compras de sus clientes, ofrezca a estos la posibilidad de utilizarlas.
En el que caso de que optemos por esta opción, se deberá publicitar en el propio establecimiento mediante publicidad en los escaparates y mostradores, y no podrá negarse a aceptarlas en ningún momento, salvo por causas técnicas ajenas o mediante anuncios específicos de suspensión temporal de su uso.
La utilización de las tarjetas no puede ir acompañada, en ningún caso, de la imposición de un recargo por su uso. Los justificantes de pago realizados con tarjeta deben ser guardados por el comerciante, al igual que las facturas, por un periodo de cinco años.
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