Actualidad, Madrid

Caso Kokorev: denunciadas las degradantes condiciones en prisión de la familia española

El juzgado de instrucción nº5 de Las Palmas, algo más de un año después de dictar prisión preventiva para los presuntos testaferros de Teodoro Obiang en España, mantiene la calificación de ‘Presos de Especial Seguimiento’ (FIES-5) a Vladimir Kokorev, su esposa Julia y su hijo Igor.

La defensa de esta familia española de origen ruso se ha dirigido recientemente a la juez Ana Isabel de Vega para denunciar una vulneración de derechos fundamentales (en la cárcel del Salto del Negro) “que colisiona con el debido tratamiento procesal como investigados titulares del derecho a la presunción de inocencia”.

Padre e hijo, Vladimir e Igor se encuentran en módulos separados sin posibilidad de comunicarse entre ellos. A más abundamiento, se desconocen los motivos por los que se han prohibido las visitas desde hace meses. El cabeza de familia, de otro lado, necesita de la atención de un cardiólogo y un urólogo debido a las severas afecciones que padece y que se han visto paulatinamente agravadas. A eso hay que sumar que su mujer, Julia, está seriamente deteriorada a nivel psiquiátrico “debido a la dureza del régimen al que se ve sometida”.

El empresario, que ha acreditado ante la jueza y el fiscal Anticorrupción, Luis del Río Montesdeoca, las facturas que prueban los ingresos que supuestamente investiga la justicia, ha manifestado su deseo de colaborar con los investigadores en el momento en que se levante el secreto de sumario y pueda conocer con precisión los presuntos cargos de los que se le acusa.

Imagen: canarias7.es

Imagen: canarias7.es

La defensa de los Kokorev, por su parte, no entiende que se les esté dando desde hace un año (al incluirles en el fichero FIES) la misma consideración que a: 1) internos con un historial penitenciario de alta conflictividad, evasiones o violencia grave; 2) autores de delitos graves contra las personas, las libertades sexuales o relativos a la corrupción que hayan generado gran alarma social; 3) individuos pertenecientes o vinculados a colectivos o grupos violentos; 4) internos que sin estar procesados o condenados por terrorismo islamista destaquen por su fanatismo radical, por su afinidad al ideario terrorista y por liderar o integrar grupos de presión o captación en el centro penitenciario; 5) sujetos condenados por el Tribunal Penal Internacional; o 6) colaboradores de la justicia contra bandas terroristas u otras organizaciones criminales.

Desde el entorno de la familia se lamenta y se censura el trato degradante al que están siendo especialmente sometidos (con el agravante de su avanzada edad) Vladimir y Julia. De hecho, se insiste -sin éxito por el momento- en la necesidad de que sean reconocidos por un médico forense que sea capaz de evaluar en el matrimonio las serias “afecciones tanto físicas como psiquiátricas”.

26 septiembre, 2016

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