Cuando una niña quiere castigar a una compañera, se rodea de sus amigas y la aíslan socialmente. Los chicos, por el contrario, acuden más a lo físico, a la agresión. Así actúan los menores acosadores en las aulas.

El consejero de Educación, Rafael van Grieken ha presentado el nuevo protocolo regional para la lucha contra el acoso escolar. «No se han encontrado diferencias entre centros públicos y concertados. No hay centros que sean más conflictivos que otros. Sí hay aulas más problemáticas que otras», ha precisado.

Este protocolo será de obligado cumplimiento para los 1.400 centros educativos de la región sostenidos con fondos públicos y los privados lo asumirán voluntariamente. «La inspección educativa tienen en su protocolo una serie de parámetros que ha de ir comprobando. Si hay un caso activan o no los recursos», precisa. La Comunidad de Madrid detectó el pasado curso 179 casos de acoso escolar frente a los 69 del ejercicio anterior. «Esto no significa que haya más acoso en las aulas, sino que se ha denunciado más», ha precisado Cristina Cifuentes.

A lo largo del curso que murió el verano pasado, la Comunidad de Madrid realizó untest a 108.000 alumnos de 451 centros de Primaria, Secundaria y Bachillerato. «Los datos han resultado muy útiles para tomar medidas preventivas. Los chavales de Primaria creen que se acosa más al compañero que se comporta de manera diferente; luego, al que tiene defectos físicos e intelectuales; le sigue en el escalafón causas xenófobas y, por último homófobas. Los índices de acoso se disparan en los primeros cursos de Primaria y luego van descendiendo los casos.

El nuevo protocolo de intervención presenta una serie de novedades como la lucha contra el ciberbulling, la actualización de los criterios de detección o la incorporación de los mandatos de la Ley de Protección Integral contra la Discriminación Sexual y de Género. Además, incorpora un procedimiento más garantista, tanto para la víctima como el acosador porque intervienen muchos más profesores.