Madrid, Tecnología

Mi casa de 200 m2 construida en 1 día con la Impresión 3D

 

Cuando hablamos de tecnología de Impresión 3D, deberíamos hablar de “Fabricación Aditiva” refiriéndonos a la capacidad de crear (o fabricar o construir) un objeto físico desde un diseño digital (modelo 3D) mediante la sucesiva deposición de capas micrométricas de material mediante un proceso de impresión 3D hasta conseguir el objeto deseado. No es necesario usar moldes ni utillajes.

El analista A.T Kearney refleja en su último estudio que el mercado de impresión 3D alcanzará los 15,4 mil millones de euros para el 2020, con un incremento total de un 282% respecto al 2016. Cada año crecerá un 25%. Datos que se comprenden al analizar la aplicación de la Fabricación Aditiva en toda la industria, por sus ventajas y posibilidades de adaptación a cualquier geometría y uso de diferentes materiales que abaratan los procesos de fabricación y proporcionan una capacidad de respuesta inmediata a las necesidades del mercado y la creciente demanda de personalización de los productos por parte de los clientes.

Las impresoras tridimensionales inicialmente utilizadas para fabricar prototipos, ya son una realidad para realizar cualquier tipo de objeto real que podamos imaginar. En el sector de la Construcción,  la tecnología de impresión 3D ha irrumpido con fuerza, porque es un método entre un 50 y un 70% más rápido que la construcción tradicional, con un ahorro de material del 30 al 60% y una reducción de mano de obra hasta un 80%. Siendo China pioneros en la construcción de la primera casa antiterremotos(puede soportar terremotos de magnitud 8) construida en 45 días (villa de 2 pisos con 400m2); o la construcción en 1 día de diez viviendas “lowcost” (coste 4.000 €) de 200 m2.En Dubai, se han creado las primeras oficinas de 823m2 totalmente funcionales en 17 días, con una única persona supervisando la construcción y 18 trabajadores para los toques finales (electricistas, instaladores…). Singapur ha apostado fuerte por la construcción de casas y rascacielos, con una inversión de 100 millones de dólares en el primer centro de investigación en impresión 3D del mundo.

La impresión 3D se utiliza además de la arquitectura, cada vez en más ámbitos(arte, moda, medicina, automoción, ingeniería aeroespacial…) para fabricar, por ejemplo, medicamentos personalizados, mascarillas terapéuticas con réplicas de rostros humanos para curar el acné o las quemaduras, prótesis articulares a medida, válvulas para aeronaves, motos de competición, excavadoras, autobuses eléctricos, suelas de calzado, ropa, réplicas de arte, comida, maniquíes de medidas reales replicando a clientes… hasta la impresión de un caparazón para salvar la vida a una tortuga llamada “Freddy” que perdió el 85% de su caparazón en un incendio en Brasil.

Cualquier empresa fabricante debería considerar la impresión 3D en su plan estratégico para anticiparse a su competencia en la era digital y el futuro industrial.

Experto en BPM y Transformación Digital

@pedrorobledobpm

11 octubre, 2016

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