El abogado panameño Ismael Gerli, considerado por la juez de Las Palmas, Ana Isabel de Vega ‘testigo estrella’ en la investigación a la familia hispano-rusa Kokorev (supuestos testaferros de Teodoro Obiang en España), ha sido imputado por falsificación de documentos.

La Fiscalía de Panamá ha formulado cargos contra este ex abogado de los Kokorev por delitos vinculados a la usurpación de propiedades (valoradas en varios millones de dólares) de Vladimir Kokorev, su mujer Julia y su hijo Igor, que siguen en prisión en Canarias, más de un año después de su arresto, con la investigación en apariencia estancada y bajo un secreto de sumario que se viene prorrogando mecánicamente.

La Fiscalía panameña confirma en su informe que Gerli ha falsificado escrituras públicas para cambiar las Juntas Directivas de una sociedad que él mismo creó para su entonces cliente, Vladimir Kokorev; y que lo hizo para apropiarse ilegalmente de un apartamento. En conexión con el mismo caso, otra serie de querellas contra Gerli se han acumulado en el Juzgado Tercero del Primer Circuito Judicial de Panamá.

No es casual. En casos como el de la estafa en torno a la sociedad ‘Palm River’, de los Kokorev, el abogado panameño demostró un afán de venganza personal y una voluntad de denigrar a sus clientes  durante años.

Así, para despojar de una oficina a Igor Kokorev, Ismael Gerli no sólo falsificó documentos públicos sino que sustituyó el nombre de la mencionada sociedad ‘Palm River’ por el de ‘Alta Tafira Foundation’, siendo Tafira Alta la localización de la prisión de Las Palmas “El Salto del Negro” en la que ingresaría sin cargos oficiales a finales de octubre de 2015 Igor (apenas semanas después del testimonio incriminatorio de Gerli en su sui generis ‘colaboración’ ante la justicia española).

En su historial más reciente, el abogado panameño ya fue imputado por delito de blanqueo de capitales en un proceso seguido contra el ex presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán. El hombre perseguido en su país que la justicia española, paradójicamente, ha utilizado para mantener el cautiverio de los Kokorev, habría creado varias sociedades en Panamá utilizadas, supuestamente, para distraer fondos originados en prácticas corruptas en Nicaragua.

La persecución en Panamá de quien ha sido usado como ‘pieza clave’ para construir el ‘caso Kokorev’ podría agrietar la investigación seguida por la juez De Vega Serrano. Llama la atención la forma de proceder de la instructora, que en otros momentos como el ‘Caso Cafisa’ (también presunto blanqueo de capitales, año 2005) decretó la libertad del imputado Francisco Cárdenas Martínez, imponiéndole la presentación del pasaporte para evitar su salida al exterior y la presencia ante el juzgado todos los viernes y cuantas veces ordenó la magistrada.

Se dio la circunstancia, a más abundamiento, de que en aquella circunstancia la Audiencia Nacional terminaría condenando a Cárdenas Martínez en 2012 a 5 años de prisión y 8,5 millones de euros.