Madrid, Opinión

Cuando la soberbia y la idiotez aterrizan en la más alta política

Ya habrán adivinado su nombre, Pedro Sánchez, ex (esperemos que para siempre), Secretario General del PSOE, un guaperas hace tres años desconocido y ahora afortunadamente defenestrado del mando histórico socialista.

Para no tener que obedecer la orden imperativa del Comité Federal, cuya legitimidad nadie ha discutido, optó el «ex liderete» socialista por tomar la única medida congruente y honrada que ha tomado durante todo su mandato: renunciar a su acta de diputado. Pero, eso sí, en seguida volvió a la incongruencia pidiendo clemencia para los diputados -15- que votaron no en la definitiva investidura de su odiado Rajoy, en lugar de haberles pedido antes que hicieran lo que es: renunciar al acta de diputado de un Partido cuya decisión imperativa ignoraron indisciplinadamente.

Lejos de una postura de relativa grandeza, este memo guaperas no nos anunció su abandono definitivo de la política, que ya le había abandonado a él, cuando, al comienzo de la crisis, le echaron de mala manera con aquella dimisión masiva de la mitad mas uno de los miembros de su Comisión Ejecutiva. Expulsión que él no quiso admitir ni interpretar como tal y se pasó dos días confundiendo la «d» de disuelto  con la «d» de dimisión, cuando no podía dimitir de algo que ya no era desde cuarenta y ocho horas antes. Y  se marchó a hacer turismo caro unas semanitas, del que, ¡ojalá!, no hubiera vuelto.

Por cierto, al hablar de caro, cabe preguntarse, ahora que anuncia su dedicación exclusiva, como «liderillo rebelde de militantes de base», para reclutar, recorriendo España meses y meses, su «ejército» para recuperar la Secretaria General  del PSOE por vía «primario/plebiscitaria», ¿DE QUÉ VA A VIVIR DURANTE LOS LARGOS MESES DE BATALLA HSTA EL CONGRESO EXTRAORDINARIO, ÉL, AL QUE NO SE LE CONOCE PUESTO DE TRABAJO ALGUNO DESPUÉS DE HABER PERDIDO SU JUGOSO SUELDO DE DIPUTADO? A ver si va a terminar «aterrizando» en algún consejo de esos que tanto condena del Ibex 35.

Con su anunciada rebelión plebiscitaria, sin respetar para nada las instituciones del Partido que tanto dice adorar y que incluso pueden terminar decidiendo no utilizar para elegir nueva dirección el sistema de primarias, este idiota no se da cuenta de que está inscribiendo su verborrea y actuación mucho más en la línea de Podemos que en la de un honrado y recuperado PSOE socialdemócrata. Y va a terminar, con su actitud, reforzando la ridícula y bestial demagogia roja de Iglesias y compañía, y debilitando, junto a todos los idiotas que pueda arrastrar consigo, definitivamente un PSOE que perderá así, en beneficio  de los podemitas, el liderazgo de la izquierda en la oposición española. Y de paso, España perderá su pacífico y democrático turnismo político civilizado alternativo con el PP para propiciar un escenario de confrontación «guerracivilista» entre el brutal rojerío podemikta y cía, junto  el separatismo asqueroso de tanto «Rufian», y un PP a la defensiva.

El indigno espectáculo del mal denominado debate de investidura ya nos ha dado una idea, a base de «Iglesiazos», «Tardazos» ,»Rufianazos» y demás «perlas» por el estilo, de lo que nos espera en un Parlamento tan parecido, en peor, a aquel de julio de 1936 que condenó a muerte y ejecuto a Calvo Sotelo y no llegó a hacer lo mismo con Gil Robles porque éste escapó a tiempo.

Un completo imbécil, lleno de soberbia y estancado en su «gili no es no», este Pedro Sánchez, único culpable del estallido de división de su Partido hace unas semanas y deseoso de serlo de su definitiva escisión, en lugar de callarse e irse a su casa, de la que nunca debió salir para exhibir su ignorancia y falta de talla política. Nos dice que el legendario e histórico líder histórico Felipe González «no es un dios» en el PSOE, en otra manifestación idiota, ya que para él ha sido, en su contra, más decisivo que el «Dios del Sinaí».

Bastó que González le llamara mentiroso una mañana para que la mitad más uno de su Comisión Ejecutiva dimitiera por la tarde, poniéndole en la calle. Aparte de lo increíble que es que este mediocrillo se intente comparar con el gran líder que fue Felipe entre 1982 y 1996, nada menos. Que Dios nos asista si este Sánchez es el modelito de líder que nos ofrecen las generaciones juveniles e ignorantemente respondonas.

 

5 noviembre, 2016

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