Tras la resaca de las quinielas para los ministerios, las VPOs de Espinar y Podemos, la entrevista de Pedro Sánchez en la Sexta y la propia formación de Gobierno, nadie se ha parado a reflexionar sobre la importancia del momento que tenemos con respecto al Partido Popular en su forma de gobernar y en clave interna.

El Partido Popular tiene un duro trabajo por delante para recuperar a todos aquellos desencantados y desilusionados que, hace cuatro años y 300 días depositaron la confianza en su Gobierno para hacer las reformas necesarias con la mayoría absoluta; ahora deben seguir incidiendo en sus políticas y acometer nuevas reformas y mojarse en otros campos, no todo en un Gobierno son los datos de paro. Deben recuperar el ADN que les hizo ganar, bajar impuestos, políticas de ayudas a las familias, promover la natalidad, el desarrollo de las políticas de I+D, seguir trabajando por la empleabilidad de los jóvenes y por supuesto llegar a un consenso en la Educación. Amilanarse por lo que la izquierda exija en otras políticas no parece una buena idea.

Sólo así conseguiremos demostrar a la sociedad que el único partido político que realmente hace crecer al país como tal es el Partido Popular, es el momento de recuperar la confianza de 3 millones de personas que la perdieron, es el momento de la responsabilidad, de hacer las cosas bien y regenerar el Partido también por dentro, eligiendo bien y dejando atrás otra época, debemos comenzar una nueva etapa en clave interna donde los protagonistas sean una nueva generación de políticos que destierren del todo cualquier atisbo de corrupción o sombra de duda sobre la honestidad del 99´9% de nuestros afiliados y simpatizantes.