Madrid, Opinión

El gobierno, su optimismo y el futuro

El nuevo gobierno se ha puesto a trabajar. Para empezar se ha desplegado en Bruselas, entre ellos el Ministro de Economía. De Guindos ha ido con el optimismo por bandera  ante un Eurogrupo que ha pedido a España que presente cuanto antes los nuevos Presupuestos y ajustes adicionales.

Moscovici ha dicho que España tiene que presentar un proyecto de Presupuestos rápidamente y tiene que recoger los compromisos fiscales con una reducción en el déficit estructural, un 0,5%. Mensaje del Comisario Europeo de Asuntos Económicos (que no está de más recordar que es socialista y francés) mientras De Guindos ha ido con buenas noticias. Para empezar ha avanzado en el Eurogrupo que nuestra economía crecerá más de lo previsto. El gobierno elevará las previsiones de crecimiento. Esa mayor actividad facilitará según el Titular de Economía el ajuste y el cumplimiento de los objetivos de déficit marcados por Bruselas. De hecho el del 2016 del 4,6% del PIB ya lo ha dado por conseguido.

Hay optimismo efectivamente en el gobierno porque la recaudación va mejorando. En realidad el problema lo habíamos tenido con el Impuesto de Sociedades, que ahora lo han corregido con eso de adelantar la recaudación. Pero el problema venía de que como se han ido produciendo pérdidas en muchas empresas en la etapa de la crisis y esas pérdidas generan un crédito fiscal, pues ahora cuando hay beneficios las empresas no pagan sencillamente porque están compensando las pérdidas anteriores. Pero una vez que ese proceso termine y ese proceso está terminando, pues evidentemente la recaudación del Impuesto de Sociedades se duplicará probablemente, ya que se había reducido más o menos a la mitad y entonces efectivamente habrá más recursos. Claro, esto compensará y reducirá el déficit de acuerdo con los compromisos adquiridos siempre que no se dispare el gasto. Esta es la cuestión fundamental. La labor del gobierno tiene que ser precisamente contener el gasto y esperar que los ingresos permitan barrer el déficit.

Lo que tiene difícil explicación es el porqué de unas previsiones de crecimiento tan pacatas. Vamos a crecer al 3,3% este año y resulta que dicen que en el 2017 vamos a crecer al 2,3%. Eso se debe al efecto que tienen los modelos econométricos para esto. Los modelos lo único que hacen es predecir el futuro en función del pasado. Como en el pasado la cosa no fue demasiado bien, entonces el futuro se dice que va a ser un poco peor de lo que luego resulta. Todas las predicciones para este año que se hicieron el año pasado situaban la tasa de crecimiento bastante por debajo de lo que finalmente ha sido. Entonces no hay razón para pensar que vamos a experimentar una paralización o una ralentización del crecimiento, ya que no tenemos causas reales más allá de los aspectos cíclicos.

En realidad no hay economía detrás de estos modelos, hay pura estadística. Tú estás suponiendo que de alguna manera vas a repetir el ciclo y esto no tiene porqué ocurrir. De hecho hemos vivido etapas históricas en las cuales la tasa de crecimiento se ha mantenido en un nivel alto durante bastante tiempo y luego efectivamente ha descendido por razones de carácter económico. Pero es que ahora no existen esas razones. Todos los que dijeron que sin gobierno había mucha incertidumbre y que la economía iba a ir fatal, todos fracasaron. Todos los que dijeron eso de que el crecimiento este año iba a disminuir, se han equivocado. Y es que lo hacen mal.

Si tú tienes una economía como la española que ha reducido el coste de la mano de obra muchísimo, eso ha hecho que haya aumentado la competitividad de la economía española espectacularmente. En el 2014 fue la primera vez en toda la serie histórica que la balanza comercial entre España y EEUU fue positiva para España. Y es que el tipo de cambio efectivo real se ha devaluado para España como consecuencia de los ajustes salariales. Hay por ahí algún estudio que señala que más o menos ese nivel devaluatorio es equivalente al que tuvo lugar por ejemplo en 1992-93. Lo que ocurre es que una cosa es devaluar la moneda y otra cosa es reducir los costes.  El efecto de la reducción de costes es mucho más permanente a lo largo del tiempo que el efecto de la devaluación de la moneda. Y eso explicaría el porqué llevamos casi cuatro años con una balanza comercial superavitaria. Cosa que no había ocurrido en toda la historia.

Dicho lo cual creo que desde el punto de vista político el gobierno y el Ministro de Economía no han hecho bien en ser tan optimistas.  Ahora van a tener que negociar en el próximo mes el Presupuesto y las presiones que van a tener sobre el nivel de gasto van a ser enormes,  empezando por Ciudadanos que ya ha dicho que de bajar el gasto nada. Y  si seguimos aumentando el gasto entonces sí podemos tener un problema.

@lodares

Economista

11 noviembre, 2016

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