Según las nuevas previsiones expuestas por el Organismo para la cooperación y el Desarrollo Económico, el ritmo de crecimiento económico de España para este 2016 se elevará hasta el 3,2%. Esto supone una mejora de cuatro décimas respecto a lo que se pronosticó el pasado mes de julio. Mantienen, sin embargo, las expectativas para 2017 y 2018, que sitúan el desarrollo económico en el 2,3% y el 2,2% respectivamente.

Aunque la situación económica sigue mejorando, en gran parte gracias a la demanda doméstica, el ritmo se ve ralentizado debido a factores como los bajos precios del petróleo o la bajada de algunos impuestos. De esta forma, se prevé que la deuda pública española supere el 100% del PIB en los próximos años, con cifras en torno al 101,3% en 2016 y el 102,1% en 2017.

Por otra parte, la OCDE señala una progresiva bajada de la tasa de paro, situando las previsiones en el 19,6% para este año, el 17,7% en 2017 y el 16,4% en 2018. No obstante, siguen siendo unas cifras elevadas que afectan, sobre todo, a los parados de larga duración y a los menores de 25 años.

Después del relajamiento fiscal de los dos últimos años, el organismo con sede en París cree que no se cumplirán los objetivos pactados en Bruselas para 2017 y 2018, lo que puede limitar la expansión fiscal. Debido a esto, la OCDE ve necesaria la realización de una serie de reformas que impulsen el crecimiento sostenido y sanee las cuentas públicas.

En este sentido, es partidaria de rebajar las contribuciones que los trabajadores, con salarios más bajos, realizan a la seguridad social; así como de ampliar las bases de varios impuestos, como el IRPF, el Impuesto de Sociedades o el IVA. Además, la institución incide en la importancia de fortalecer la educación vocacional, la formación y las políticas de lucha contra el paro juvenil y el de larga duración.

@anaguerrerot