Singh Rajandeep, un joven hindú de 22 años, muere en el Hospital de Getafe con el cerebro encharcado, catorce días después de haber tenido un accidente de moto en el que solo se había roto el codo derecho. La familia ha decidido tomar cartas en el asunto y ejercer la acusación en el caso. Este hecho lo está investigando el Juzgado de Instrucción número 5 de Getafe, que ha tomado la decisión de mantener el cadáver del joven en el Instituto Anatómico Forense, puesto que, como se desconocen las causas de su muerte, puede que le practiquen más pruebas.

Según los familiares, el joven, cuando fue citado por el médico para que le quitase los puntos del brazo, comentó que sentía molestias y dificultad respiratoria, por lo que la traumatóloga le indicó que pidiese hora con el médico de cabecera para que lo examinasen. Entonces, a la vuelta, cuando se bajó del autobús junto con su hermana se desplomo, pero los testigos confirman que no se dio ningún golpe en la cabeza. La hermana avisó al 112, y después de que los médicos de la ambulancia del Summa lo recuperaran de una parada cardiaca, lo trasladaron al Hospital Universitario de Getafe. Para cuando el médico llegó a atenderle, el joven ya se encontraba en coma y, tras un día en este estado, murió el pasado viernes.

Entonces, ese mismo sábado, se le practicó la autopsia, donde se descartó la posibilidad de que se hubiera producido un traumatismo craneoencefálico. Asimismo, el médico confirmó que se encontraba con el cerebro encharcado y, para descubrir la verdadera causa de su muerte, decidió enviar varias muestras a Toxicología.

El abogado de la familia, Jaime Caballero, está convencido de que se trata de una negligencia médica, puesto que considera que el sujeto era “una persona joven, sana y sin problemas de salud”. Además, tanto él como los familiares opinan que la decisión de la traumatóloga de mandarlo a casa no fue correcta, es decir, que tendría que haberle realizado las pruebas en ese momento. También ha revelado que a los médicos del centro sanitario no les parecía normal que el joven hubiera muerto en estas circunstancias: “El propio médico del Hospital de Getafe nos dijo que era una muerte anormal y que por eso avisó al juzgado de guardia que es el que ha abierto diligencias”.

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