“Harry Potter y el legado maldito”, la octava entrega de la saga de J.K. Rowling que está siendo representada en el teatro «West End» de Londres, llegará al teatro neoyorquino “Lyric Theatre” en primavera de 2018. Los productores encargados de dicho proyecto serán Sonia Friedman y Colin Callender, y cuenta con la aprobación de Jack Thorne, el guionista de la obra, y de J.K. Rowling, creadora del universo de Harry Potter.

Friedman, uno de los productores, explica que el teatro en el que se llevará a cabo la obra, el “Lyric Theatre”, va a ser reformado, pasando de 1.900 asientos a 1.500, puesto que la idea del equipo de “El Legado Maldito” es reconstruir el teatro para convertirlo en un edificio adaptado específicamente a la pieza que se va a representar en él. Asimismo, subraya que la supervisión de la obra se llevará a cabo por la diseñadora Christine Jonees y el director de la obra John Tiffany.

El productor también ha comentado que aún están realizando la planificación de la reforma que quieren llevar a cabo, pero afirma que si obtienen la aprobación para realizar aquello que tienen pensado, conseguirán crear un teatro que encajará perfectamente con la obra y que seguirá la línea del de Londres: “Será lo suficientemente íntimo para un drama, pero lo suficientemente grande para seguir los pasos de la producción de Londres y continuar ofreciendo entradas a bajos precios en todo el auditorio».

Esta nueva y, según la autora, última parte de la saga de Harry Potter sitúa al público unos cuantos años después de la séptima entrega. Ahora Harry, Ron y Hermione (interpretados por Jamie Parker, Noma Dumezweni y Paul Thornley) se presentarán a su público como adultos, dejando de lado los jóvenes que aparecían en todas las partes anteriores. El protagonista de este universo, Harry Potter, es un trabajador del Ministerio de Magia que, además de “exceso en el trabajo”, cuenta con una familia con tres hijos pequeños.

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