A la hora de plantearse una lipotransferencia o un lipofilling conviene saber que podemos aumentar el volumen de las mamas, de los glúteos, o atenuar los surcos y pliegues de la cara  de forma permanente y consiguiendo el resultado más natural posible. ¿Cómo? Utilizando nuestra propia grasa. En el caso que nos ocupa en este artículo, el de realizar un aumento de glúteos con grasa propia, podemos llevar la grasa no deseada de otras zonas del cuerpo hacia zonas superiores y laterales del glúteo donde se ha perdido la turgencia asociada a la juventud, restaurando así su forma ideal.

La remodelación glútea es un hecho hoy día. Modelar los glúteos se ha convertido en una opción realista y factible de un modo seguro y sin complicaciones a largo plazo, desde el advenimiento de las técnicas avanzadas de lipoinjerto graso. Lipoinjerto o  lipofilling son dos términos equivalentes que quieren explicarnos en una sola palabra este concepto novedoso, tremendamente útil,  y aprovechado por los cirujanos plásticos cada día más.

Fotografías antes y después de una cirugía de lipofilling de glúteos

En las fotografías puede apreciarse como, sin utilizar materiales de relleno extraños a nuestro propio organismo, podemos alcanzar importantes hitos en la cirugía de remodelación corporal. La popularización de estas técnicas es el futuro que viene, siendo desde hace años una herramienta de trabajo que ha sido perfeccionada en nuestra práctica, para alcanzar resultados antes imposibles. El tejido adiposo, la grasa, puede retirarse de donde sobra y añadirse para redondear curvas, añadir volumen, consiguiendo un contorneado más estético en cualquier zona de nuestro cuerpo. La consecuencia directa del lipofilling no es sólo una mejoría formal, sino también de la piel del área sobre el que se infiltra, mejorando su función y su aspecto de un modo claro.

Dr. Carlos Gullón Cabrero (cirujano plástico)