Hace unas horas ha trascendido que Uber, el servicio de transporte que permite en España solicitar servicios de coches bajo licencias VTC, ha actualizado las posibilidades de su división UberX para permitir a los usuarios que realicen reservas con antelación.

Es un paso más que dinamiza la oferta al usuario de transporte urbano en ciudades como Madrid. Es una acción con la que, además, iguala a Cabify en el servicio de reservas: a partir de ahora el usuario que desee solicitar un viaje con antelación también podrá hacerlo en el servicio de origen norteamericano e implantado de manera imparable en España, y para satisfacción no sólo de las nuevas generaciones de ‘ciudadanos digitales’.

A partir de ahora, el usuario simplemente tendrá que elegir a qué hora y qué día quiere pedir un viaje de UberX, que será programado a la hora seleccionada. Una vez hecha la solicitud, la compañía notificará al usuario que ha sido confirmada y avisará cuando el conductor esté en camino. No sólo eso. El usuario podrá editar o cancelar la reserva antes de que haya empezado el viaje desde el menú en la app sin coste alguno.

No extraña que Uber presuma de agilidad a la hora de llevar a cabo las reservas: se pueden realizar con un margen para los siguientes 30 días, pero también hasta 15 minutos antes de la hora programada.

En definitiva, la sana, legal, atractiva e imparable competencia en el sector del transporte urbano no está beneficiando sino el margen de maniobra y facilitando la capacidad de elección del consumidor. Es éste el que ha descubierto en poco tiempo formas de transporte alternativas al taxi, que son valoradas por su profesionalidad, por su seriedad, por su calidad y por su comodidad. Y que se están imponiendo día a día frente a un taxi tradicional que, lejos de mirar a los ojos con humildad y autocrítica a su cliente y a la sociedad, se ha echado parcialmente en manos de unos dirigentes sindicales instalados en la estéril cultura de la queja, manteniendo un servicio anquilosado y que colisiona con el correr de los tiempos.

Las alternativas han llegado a este 2017 sentando sólidas bases para su consolidación en Madrid y, por extensión, en España. Una magnífica noticia.