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Los bulbos de invierno, sembrando la primavera

Si quieres asegurarte una floración espectacular y duradera a lo largo de la primavera en tu terraza o jardín no puedes olvidarte de sembrar los bulbos de invierno.

Las plantas bulbosas se caracterizan por pasar el invierno sin hojas para rebrotar en primavera. Para ello generan unos órganos (bulbos) que están bajo tierra y que acumulan reservas nutritivas que fabrican las hojas durante la primavera y el verano. Tras el invierno, a partir del bulbo, brota y se origina una nueva planta cada año.

Aunque florecen durante todo el año, según la variedad, tenemos dos fechas marcadas para sembrar bulbos, a finales de otoño/invierno y en primavera. Lo bulbos que sembremos en otoño/invierno se gestarán con el frío para florecer a finales de invierno y en primavera. Los que sembremos en primavera florecerán en verano/principios de otoño.

¡Tenéis que saber que Enero es el límite para sembrar nuestros bulbos de invierno!

Seguro que todos conocéis de qué flores estamos hablando, he aquí algunos ejemplos:

Jacinto:

Unos de los más conocidos por su fácil cultivo (incluso en agua). Su floración nos regala macizos de pequeñas flores carnosas con mucha fragancia. Perfectos para perfumar nuestro hogar.

Jacintos_florderomero_consejo

Tulipán:

Quizá el más conocido de todos las flores de bulbo y de la primavera. Existe infinidad de variedades de tulipanes y siempre son un espectáculo a la vista. Como dato curioso es la única flor que sigue creciendo una vez cortada.

Narciso:

Otro de las flores de bulbo por excelencia. De fácil cultivo y espectacular floración. Su gama de color va desde el blanco, amarillo y naranjas.

Iris:

El lirio o la flor de lis, tan conocido por su belleza como estimado por los floristas. Su gama de colores es blancos, amarillos, azules y violetas con una intensidad de colores que unidos a su elegancia los hace ser únicos.

Respecto a su siembra y cuidados necesitaremos de un buen sustrato y un buen drenaje.Esto lo conseguiremos mezclando nuestra tierra con mantillo, estiércol y algo de arena de río para que nuestros bulbos no corran el peligro de pudrirse.

La profundidad a la que debéis sembrar el bulbo será siempre al doble del tamaño del mismo y siempre con la punta hacia arriba que es por donde saldrán los brotes. Una vez sembrados taparemos con nuestra mezcla de tierra y regaremos bien.

La tierra siempre ha de estar húmeda pero cuidado con los encharcamientos, más vale pecar de defecto de riego que de exceso.

Siempre que abonemos los bulbos lo haremos con abono orgánico, nunca utilizaremos químicos que mermarán las posibilidades de nuestro bulbo.

Como veis es un cultivo fácil y con excelentes resultados, además a los niños les encanta ver cómo van brotando las plantitas hasta regalarles una preciosa flor. Florderomero.comos invita a que los conozcáis y os dejéis maravillar por su belleza.

@JCT_floromero

Gerente de Flor de Romero

www.florderomero.com

 

18 enero, 2017

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