El pasado viernes juro su cargo el presidente de EEUU acompañado por su bellísima esposa Melanie. Ella deslumbró con un espectacular modelo de Ralph Lauren. Lucía chaqueta-capa cruzada y cuello chimenea con zapatos a juego. Sin embargo, del nuevo presidente he leído y escuchado todo tipo de noticias y crónicas, unas a favor y otras en contra, pero no he escuchado nada de su estilo. Donald Trump tiene seguidores y detractores por doquier, sin saber quién gana la batalla. Desde luego tiene un estilo muy definido. Hay quien le ve e imita como modelo de éxito en la sala de reuniones, y otros le ven como un personaje de Halloween.

Utiliza el color del poder, como es el caso de la corbata roja y sin diseño, siempre lisa o falso lisa. En mi opinión también sin estilo. Hace el nudo demasiado pequeño y su longitud excesiva. La corbata de un hombre elegante nunca debe sobrepasar la hebilla del cinturón. El color rojo en la corbata denota autoridad y confianza.

Sus trajes son muy tradicionales, azul marino o gris carbón. Nunca los entalla, son demasiados largos de talle, e incluso, también lleva las mangas largas. Y una costumbre que debería modificar, sobre todo alguien que va a ser el hombre más poderoso del mundo, y es abrochar su chaqueta. La elegancia lo requiere, y más una persona que va a ser observado con lupa. En su toma de posesión todos los ex presidentes vivos que acudieron al acto llevaban su chaqueta abrochada, sin embargo, él no la llevaba. Necesita un asesor de imagen urgentemente. Por muy millonario que sea, el dinero no da estilo, está claro. Solo hay que ver a Donald Trump.

Tanto en el mundo de los negocios como de la política, la camisa blanca y la corbata roja se han convertido en la quintaesencia del éxito. En mi opinión, la camisa blanca hace más pálida aún su cara debido al color de su pelo. Un color celeste sería más adecuado e igual de elegante. El color azul en moda significa confianza y seguridad.

A pesar de tener su propia marca, Donald J. Trump, y después de criticar durante su campaña lo mal que está yendo el comercio estadounidense por culpa de las empresas extranjeras, su ropa esta comprada en Europa. La mayoría de sus trajes son de la marca italiana Brioni, marca romana fundada en 1945.

Otra incongruencia, su propia marca de ropa está confeccionada en Mexico y sus corbatas en China. La ropa también comunica, y en este caso, su vestimenta no guarda relación con su discurso durante la campaña electoral.