Actualidad, Madrid

«La socialdemocracia es la causa de la crisis de nuestra sociedad»

¿Qué puede unir a una periodista y un profesor universitario para manifestarse contra la socialdemocracia? A tenor de lo que se puede leer en el provocador ensayo de Almudena Negro y Jorge Vilches, más razones de las que imaginamos. Con un PP que no termina de ilusionar, con un PSOE a la deriva, con Podemos en guerra abierta, con Ciudadanos subiendo los días pares y bajando los impares, se nos presenta una lectura llena de preguntas y de respuestas: sobre España, su política, su sociedad, sus medios de comunicación… desde una perspectiva profundamente liberal.

 ¿Por qué ir contra la socialdemocracia? ¿Por qué ahora? ¿Por qué en España?

Porque es la causa de la crisis política y de principios que estamos sufriendo en Occidente, que no es solamente una crisis económica, como parece creer buena parte de la sociedad española. Su origen es mucho más profundo y sus consecuencias mucho más devastadoras. Desde la destrucción del êthos de la nación española, que siempre ha ido asociado a la libertad, hasta un futuro en manos de populistas. Además, la socialdemocracia es la causa de la sociedad infantilizada del espectáculo en que vivimos, es la culpable de la idolatría del Estado, al cual le exigen atención desde la cuna hasta la tumba, renunciando así a la responsabilidad, que es consustancial a la Libertad. En Europa buscamos confort, comodidad, que nos mantengan, nos provean y hemos renunciado al esfuerzo, a la iniciativa, incluso al fracaso como aprendizaje.

¿Por qué el PSOE teme a Podemos?

El PSOE es un partido acabado, que en estos momentos no tiene nada que ofrecer a la sociedad española. Las bases para su hundimiento, como explicamos en el libro, se encuentran en el gobierno de Zapatero, que es quien abre la vía para un populismo socialista, como señalara en su día Iñigo Errejón. El PSOE es el padre de Podemos. Además, a estas alturas, en Ferraz se deben de haber enterado que durante el mandato de Pedro Sánchez las bases del PSOE fueron podemizadas. Hoy ni Susana Díaz ni los barones controlan a la militancia, mucho más radicalizada que los votantes.

¿Qué riesgos ha corrido el PSOE con Sánchez y cuáles podría correr previsiblemente con Susana?

Bueno, está por ver que Susana Díez, que ha hecho toda su vida en el PSOE sin que se le conozca emprendimiento o trabajo en la sociedad civil, en lo privado, fuera del Estado de Partidos, decida arriesgarse a perder la situación de privilegio que disfruta en Andalucía para dar el salto a Madrid. En todo caso, el problema del PSOE son sus bases. Unas bases a las que apela desde Twitter Pedro Sánchez, porque sabe que están con él. Sánchez se ha echado en brazos de Podemos en ayuntamientos y comunidades. Y eso tiene un coste: perder el protagonismo en la izquierda.

¿Ha olvidado el PP de Rajoy su alma liberal?

El PP no ha tenido alma liberal, sí políticos más o menos liberales. Fue en los noventa, con la llegada de José María Aznar al PP cuando se empieza a hablar de libertad. Antes, con Fraga, se hablaba de “España”, “Fraga” y poco más. Fue Aznar quien consiguió aglutinar en el PP a todo el centro-derecha, hastiado de la hegemonía socialista. Desde Luis Gámir, socialdemócrata, a Esperanza Aguirre, liberal. Y es cierto que bajo sus gobiernos se implementaron políticas liberales, pero fue un espejismo. El PP de ahora lo que hace es renunciar a la política, no da la batalla contra la hegemonía cultural, asume la agenda política y social que marca la izquierda para dedicarse a gestionar. Es decir, es un partido tecnocrático.

¿Tendrá larga vida el populismo de izquierdas en España?

Es el único populismo, junto con el populismo del nacionalismo catalán, vasco, gallego o andaluz, que puede arraigar con fuerza, puesto que el sustrato ideológico de la población española es socialdemócrata. Posiblemente, España sea el país más estatista de Europa. Otra cosa es si sobrevivirá Podemos, que no está nada claro. Pero el populismo, sin duda alguna. Es uno de los grandes peligros que nos acechan.

¿Es el de Trump un populismo de derechas?

Es populismo norteamericano. De hecho, el populismo nace en EEUU y en Rusia. Trump lo que ha hecho es una campaña en la que ha apelado al norteamericano original, el del motín del té de Boston, que está en contra de los impuestos, del gobierno, del que no se fía, y de los burócratas y funcionarios de Washington, de quienes considera que son unos parásitos que viven a su costa. En este sentido, ha apelado al populismo norteamericano original. Y ahora sorprende porque, a diferencia de los demás políticos, parece dispuesto a cumplir sus promesas electorales. ¡Si se enterase Tierno Galván, que sostenía que los programas están para incumplirse, le daba un patatús!

¿Sois optimistas en el camino de regeneración que pretendidamente ha iniciado nuestra clase política?

En absoluto. Precisamente porque hablan de regeneración, lo cual entronca con la Restauración y el regeneracionismo, de lo que hablamos en el libro, en donde se hablaba de “nueva” y “vieja” política, denunciaban a la “casta”, sostenían que todo estaba mal… y acabaron trayendo la dictadura de Primo de Rivera.

¿Dejará de ser la clase política uno de los principales problemas para los españoles?

Que los españoles desconfíen de los políticos es bueno y sano. Hay que desconfiar del poder. Pero el problema no son políticos en sí mismos, es el Estado de Partidos que sustrae la libertad política. Un Estado de Partidos en el que se nos trata como a menores de edad, en el que se nos dice que somos ciudadanos, pero somos cada vez menos libres.

¿Tiene que ver el apogeo de la corrupción en democracia con un peso demasiado grande del Estado y con la propia partitocracia?

Por supuesto. Es imposible desligar la corrupción del clientelismo propio de la socialdemocracia y del Estado de Partidos. Una corrupción que, dicho sea de paso, no solo es económica y no solo afecta a los políticos. ¿Cuántos miles de euros se gasta al mes la Comunidad de Madrid para reponer las toallitas, cremas, tiritas, etc. que desaparecen en los hospitales públicos? Es que el problema es que nos creemos que lo público es de todos; es decir, es de nadie, y por tanto, podemos hacer lo que queramos con ello. Hay una enorme confusión entre lo privado y lo público, pero no solo entre la clase dirigente, que también.

Se dice con frecuencia por parte de economistas liberales que las políticas de Rajoy han sido, esencialmente, socialdemócratas…

Es que lo han sido. Montoro, hay que recordarlo, subió los impuestos más de lo que proponía Izquierda Unida, ahora en Podemos, y encima presumió de ello. Es una de las causas por las que el PP ha perdido millones de votos, aunque no lo quieran ver. Cuando Rajoy llega al gobierno es cierto que se encuentra una España al borde de la quiebra, de la intervención. Pero podía haber elegido seguir la senda de Irlanda. No lo hizo. Por otra parte, España está llena de economistas intervencionistas, que son alumnos de Fuentes Quintana,  aunque los liberales son los menos. Economistas que se creen que saben de política y que son una verdadera plaga. ¡Hemos sustituido la política por la economía y así nos va!

¿Qué queda del bienestar de las clases medias -hoy tan machacadas y dolidas- en España?

Las clases medias en España y en el resto de Europa son cada vez más pobres, debido, básicamente, a que son las que el Estado controla y expolia a través del IRPF, que es el impuesto más injusto e ideológico de cuantos hay, quizá con la excepción del aberrante impuesto de sucesiones. Nosotros defendemos la necesidad de derogar el IRPF, pero no por motivos económicos, sino por una cuestión puramente política: es el impuesto del Estado Policial.

28 enero, 2017

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