Una de cada dos mujeres en España están preocupadas por sus ojeras y cómo les afecta a la expresión de su mirada.A cuatro de cada diez les inquieta tener la mirada cansada. Y a una tercera parte les preocupan las patas de gallo. Así, el 25% de las mujeres estarían dispuestas a someterse a algún tratamiento para una mirada más joven y fresca.

Existen diferentes procedimientos para corregir o atenuar las ojeras, las patas de gallo, las arrugas de expresión y las bolsas de grasa. El tratamiento estrella para rejuvenecer la mirada sigue siendo la blefaroplastia (cirugía de los párpados). Con esta intervención conseguimos eliminar el exceso de músculo y de piel, así como las bolsas de grasa. Según las necesidades de cada paciente, puede hacerse una blefaroplastia doble; o exclusivamente en párpados superiores o en párpados inferiores. Cada vez es más habitual combinar la cirugía de párpados con un lipofilling, rellenando de grasa autóloga las zonas alrededor de la órbita ocular, y así conseguir la “mirada perfecta”.

Uno de los tratamientos más innovadores actualmente es el láser Plexr, también conocido como blefaroplastia no ablativa, ya que no utiliza ni electrobisturí ni láser ablativo fraccional. Es una técnica dinámica ya que permite al médico estético pedir al paciente que abra y cierre los ojos durante el tratamiento, marcando así los pliegues de la piel a tratar. Y es una técnica no-ablativa, ya que se realiza sin la necesidad de retirar el exceso de piel, sin quitar la grasa y sin modificar el músculo orbicular de los párpados. Esta técnica permite tratar estas zonas ultrasensibles sin causar cicatrices, ni hiperpigmentaciones, ni daño térmico en la dermis. Además de la reducción del exceso de piel de los párpados, conseguimos reducir las arrugas periorbitales; así como lesiones de la piel de la zona periocular (xantelasmas, quistes de agua, lunares, nevus, verrugas, etc.).

Si lo que queremos es luchar contra las patas de gallo sin pasar por el quirófano ni utilizar aparatología láser, la toxina botulínica (bótox) es una excelente opción. Al relajar los músculos de alrededor de los ojos, además de los del entrecejo y de la frente, eliminamos esas arrugas de expresión y mejoramos la expresividad.

Por último, si nuestra opción pasa por eliminar los surcos de las ojeras y/olas ojeras oscuras de manera definitiva, optaremos por una cirugía de lipofilling facial, infiltrando la propia grasa del paciente. Las ojeras marcadas y profundas son un signo frecuente de la madurez. En ocasiones el color oscuro las acentúa más dando a nuestra expresión aspecto de cansancio crónico. La técnica consiste en extraer grasa habitualmente de la zona abdominal o de la cadera del paciente y se infiltra en los surcos de las ojeras. Esa grasa es permanente, aunque en pacientes fumadores el porcentaje de grasa que permanece es menor. Además en el mismo procedimiento podemos infiltrar un filtrado de grasa más fino en la misma piel de la ojera, lo que elimina el color oscuro de la misma. Este procedimiento de denomina nanofat. Conseguimos un doble resultado, ya que al realizar una liposucción para extraer grasa de otras zonas del cuerpo, la paciente se beneficia de una remodelación corporal.