Madrid, Opinión

El sector del turismo merece un reflexión en nuestro país

 

El turismo sigue tirando de la economía española. El gasto de los turistas extranjeros en nuestro país hasta noviembre del año pasado vuelve a batir récords: se dejaron más de 77000 millones de euros. Casi un 8% más que en el mismo periodo del 2015. Esto está bien, porque el turismo es una exportación que se produce aquí pero es como si se lo vendiéramos a un residente de otro país y cuanto más grande sea quiere decir que nuestra capacidad de importar también crece. O sea que eso que llaman la balanza por cuenta corriente se equilibra. Todo eso hay que aplaudirlo.

Pero pocas veces se habla de lo que está pasando en el sector. El sector turístico en España está en riesgo de sufrir una burbuja de la que nadie habla. Si uno pasea por ahí (no hace falta ser un experto en marketing turístico) y ve los precios de los hoteles ahora y los precios de los hoteles hace un año, es asombroso como otra vez lo están inflando. No han aprendido. Están otra vez inflando los precios hacia arriba. Afortunadamente hay operadores que les obligan a contenerlos. Nosotros corremos el riesgo con el sector turístico de acercarnos a lo que los libros de desarrollo económico llaman la enfermedad holandesa.  Es decir, un sector muy dinámico, que exporta a precios crecientes pero que contagia la inflación al resto del país.

A mí me parece genial que los británicos vengan y se dejen la pasta aqui, ¿pero a qué precios? ¿están comprando más o lo que compran lo compran a un precio más alto? A mí lo que me interesa del turismo no es que florezcan sus negocios (allá se las apañen ellos) es tener hoteles y restaurantes baratos y un buen sector, accesible a nosotros ¿Eso se va a poner en peligro como consecuencia de todo este influjo? ¿Por qué no se habla de ello?  ¿Por qué no se habla de la competencia en el mercado turístico? El sector turístico es muy importante, no es cualquier cosa. Es algo así como el 17% del PIB. Atentos a los precios.

Hay además varios elementos que también han favorecido que más allá del crecimiento en lo que es el gasto de los turistas y por tanto en euros contantes, sí que es verdad que ha habido un crecimiento en pernoctaciones, en número de personas, en gente que transita, pasa o se queda en nuestros aeropuertos y en nuestro país. Ha habido un crecimiento importante en esto. A mí lo que me preocupa es si los empresarios están teniendo en cuenta factores que han favorecido esa tendencia. Factores que no son internos al producto que están ofreciendo y cómo lo están ofreciendo, sino factores exógenos y que por tanto una vez que desaparezcan se pueden encontrar con que no han amoldado suficientemente bien el sector para poderlo mantener a largo plazo con los niveles, tasas y crecimientos que tienen.

Me explico: hemos sabido que París ha recibido (El Louvre en concreto) un 16% menos de visitas el año ya pasado debido a los problemas que existen de terrorismo. Otro tanto está pasando en algunas ciudades alemanas, más de lo mismo está pasando en otras zonas ( Norte de África desde hace tiempo)… no es que estas cosas vayan a desparecer de la noche a la mañana, pero esos factores que deberían ser considerados por los empresarios como un factor que les está dando un punto más de lo que son sus ingresos, su crecimiento y sus beneficios deberían tenerlos en cuenta para mejorar y amoldar todo el sector. Me da que aquí  también padecemos un mal bastante extendido en el empresariado español y a este sector le pasa lo mismo: dejarse llevar por la corriente, pensar que mientras esto vaya bien no hay que hacer nada.  Y la respuesta es la que he comentado anteriormente: fastidiar al que viene. Como esto va muy bien y da igual si les pongo 100 ó 110 ya que se van a quedar, les pongo 110. Los precios han subido en exceso en el último año y se habían comportado excepcionalmente bien en los 2-3 años anteriores a 2016.

Otra cosa también es el trato que recibes en los restaurantes y en los hoteles y servicios de cara al público. A veces deja un poquito que desear y creo que de nuevo también es dejarse llevar por esta ola de alza que están teniendo y nuevamente pensar que hay que tirar mientras todo vaya bien y para qué se van a esforzar en cuidar al público. Poco expuestos a la competencia. Por ejemplo, nunca se habla de reinversión ¿Cuánto se reinvierte? Cualquier viajero por muy mal observador que sea puede viajar por hoteles de 3-4 estrellas donde no han reinvertido nada de nada desde el año 1965. Ni los picaportes. Si esos factores exógenos ceden ¿Qué pasa? ¿Nos vamos a juntar con una sobreoferta y con una tasa de paro del diablo? Creo que esto se lo debería repensar el sector. Debería mirárselo un poquito y no nadar en esta abundancia de las cifras que se les presentan mes a mes.

@lodares

Economista

25 febrero, 2017

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