Madrid, Opinión

¿A qué espera «El Cholo»…?

¿…para largarse antes de que se consume el derrumbamiento del «Aleti»?

Está  claro que al final de la temporada anterior llegó Simeone al techo de lo que podía hacer al frente de los rojiblancos. Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, él mismo lo comprendió después de la final de la Champions perdida, pero no lo mostró y demostró con elegancia, con sus dudas veraniegas sobre si volver o no volver tras las vacaciones ,y cuando decidió  hacerlo lo hizo ofendiendo e imponiendo la reducción de su contrato. Volvió, como diríamos popularmente, «perdonándonos la vida» a jugadores y seguidores, y él sin culpa de nada. Ese es el gran defecto del Cholo: creer que la culpa de las derrotas es siempre de los demás.

 

El principio de la segunda vuelta de la Liga ha resultado igual de mediocre que el de la primera, con un triunfo pírrico sobre el modesto Leganés e impotente para vencer al también modesto Alavés. Y pudo convertirse en desastrosa si no llega a producirse en los últimos minutos el milagro de remontada sobre el Celta de Vigo. Se alivió con otro milagro en Gijón y el fácil triunfo sobre el rival mas débil de cuantos han llegado a los Octavos de Final de la Champions.

 

Pero esos dos milagros no han sido suficientes para hacer olvidar la incapacidad atlética para enfrentarse en condiciones de igualdad al Madrid y al Barcelona. Después del campeonato liguero conseguido y después de ser finalista de la Champions, el gran reto del Cholo era, y es sin duda, igualarse a Madrid y Barcelona, en lo que ha fracasado. El 0-3 ridículo de la Liga con el Real Madrid, que no pasa precisamente por sus horas más felices, aunque gane de continuo, se ha completado con la doble eliminación fáctica de la Copa del Rey y de la Liga que le ha propinado el Barca, humillándole dos veces seguidas en el propio Estadio Calderón.

 

Y todo ello porque sus jugadores ya no le quieren, muy particularmente los delanteros; el «tándem» francés de Griessman y Cameiro, el belga Carasco y el legendario y solo repescado de vez en cuando «niño» Torres. En el vestuario rojiblanco se ha acabado la confianza y el entusiasmo por el Cholo Simeone  y ya no convence con sus gritos y aspavientos ni a jugadores ni a seguidores. No nos puede hacer creer el riesgo de que el equipo se desmantela, sean cuales sean los contratos, por baja de jugadores indispensables que quieran seguir si el Cholo se empeña en continuar.

 

Su ciclo ha terminado, señor Simeone. Márchese ya. Bastante amarga ha sido la cuádruple coincidencia del ultimo domingo que las victorias fuera de casa de sus cuatro grandes rivales, Madrid, Real Sociedad y Sevilla, junto a su propia derrota frente al Barcelona otra vez.

 

28 febrero, 2017

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