Sobre gustos no hay nada escrito… Siempre he abogado por la naturalidad en el resultado de las cirugías de la mama y de todas en general. En el caso de la operación de aumento de pecho existe alguna particularidad que la hace diferente a otras. Hablamos de la mitad superior de la mama, aquella zona que contribuye a formar el escote. Y  aquí encontramos notables diferencias entre los gustos de unas mujeres y otras. Nos acordamos de épocas como el barroco francés en las que los vestuarios de las nobles realzaban de manera sugerente esta zona del cuerpo para deleite de los que las contemplaban. Pasan los años y el escote sigue desempeñando un papel protagonista.

Para algunas personas el principal objetivo es mantener la naturalidad a la vez que aumentar el volumen. Otras pacientes prefieren un punto de voluptuosidad, y en esas busco con igualdad de volumen una mayor prominencia en el área del escote. En estas pacientes debemos elegir los implantes necesarios que nos permitirán alcanzar de un modo mejor este objetivo. Para ilustrar esta diferencia presentamos unas imágenes de dos pacientes con una estructura corporal muy semejante pero con distintos implantes que, siendo del mismo tamaño, son de distinta forma. Vemos como el resultado es diferente, ni mejor ni peor. Por ello considero fundamental una perfecta comunicación con la paciente a la hora de determinar exactamente qué es lo que busca y poder alcanzar así un mayor grado de satisfacción.

Existen además otros caminos que exploramos en aras de conseguir el resultado ideal. Hablamos del lipofilling mamario o técnica de relleno con grasa de la propia paciente en zonas estratégicas de la mama. Esta técnica puede permitir el objetivo deseado a la vez que utilizamos implantes más pequeños, y por tanto, menos notorios y palpables. En este sentido estamos, seguramente, marcando las pautas de los nuevos modos de hacer cirugía de aumento mamario.

Dr. Carlos Gullón Cabrero (cirujano plástico)

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