Madrid, Opinión

Arrow y Novak: dos grandes personalidades

Hoy me gustaría escribir de dos grandes personalidades que nos han dejado recientemente. Uno es el economista más joven en recibir el Nobel: Kenneth Arrow. Mucha gente piensa -y yo me inclino también por esa opinión- que fue el economista teórico más importante de todo el Siglo XX. Fue Premio Nobel de Economía en 1972 y ha fallecido a los 95 años.

Él planteó algo de plena actualidad, de hecho planteó un problema que se viene discutiendo desde el Siglo XVIII. Hay una cuestión que se llama La Paradoja de Condorcet. La idea de cómo convertimos en preferencias públicas la agregación de opciones privadas. Lo que puso de manifiesto Arrow -de hecho hay un teorema que se llama el Teorema de la imposibilidad de Arrow- es que no se puede agregar. Es decir, el torpedo que significan las reflexiones de Arrow sobre la democracia económica es tremendo. Lo que nos viene a decir Arrow es que no hay manera de determinar qué es lo que un grupo grande prefiere en términos económicos si miramos y sumamos las opciones privadas. Lo cual a los politólogos les debería hacer temblar las piernas. De hecho les tiemblan de vez en cuando.

Como decía Arrow es imposible saber esto bajo ciertas condiciones que él impone, que son ciertas condiciones tan mínimas, tan evidentes, tan esenciales que lo que dice es que no se puede lograr sin incumplir alguna de ellas, o al menos una de ellas. Como las exigencias que se requieren para el cumplimiento de eso son tan elementales ( alguna de ellas es tan simple como que las personas seamos congruentes con nuestras propias decisiones. Es decir, que si entre rojo, verde y blanco elegimos siempre rojo, que siempre elijamos rojo. Que no seamos como niños pequeños que en principio te cogen primero un objeto y luego otro). Además estableció Arrow junto con Debreu que también fue famoso por ello en sus estudios previos (Premio Nobel por ello) las exigencias que tiene un sistema para que se produzca un vaciado de mercado, para que se produzca un equilibrio que decimos los economistas en términos generales. Es todo un teorema largo. De alguna manera esas condiciones estaban no expresadas de forma tácita en el modelo de Walras pero sí estaban allí y Arrow y Debreu lo pusieron de manifiesto matemáticamente. Y explicaron también el primer y segundo teorema del bienestar. Que es una idea que todo equilibrio general competitivo es un Óptimo de Pareto, ese el primero. Y el segundo es que todo Óptimo de Pareto es un equilibrio general competitivo.

Esto es algo como digo que se está volviendo a poner de plena actualidad y que ha hecho grandes aportaciones. Es la idea de que nuestros conjuntos de decisión son plena y completamente subjetivos, tan subjetivos que incluso cambiamos de momento a momento y dependiendo de las circunstancias o del marco institucional en el que nos movemos.

La segunda pérdida que es de menos altura teórica pero de enorme influencia intelectual es Michael Novak. Novak fue toda su vida un Profesor en Harvard y era un católico ferviente que peleó dentro de la Doctrina Social de la Iglesia. (que sigue siendo un intento de Tercera Vía. Es decir, de conciliar el apartarse del liberalismo y de las posturas marxistas y encontrar en el medio un compromiso viable. Aunque lo cierto es que la Doctrina Social de la Iglesia que viene del Siglo XIX nunca fue neutra, siempre tuvo una preferencia a favor de lo colectivo y en contra de lo liberal).

Novak cambió ese sesgo. Escribió un libro decisivo en el año 82 que se llamaba “El espíritu del capitalismo democrático” en el que mantenía que el mejor reflejo del concepto de solidaridad cristiana está en la sociedad de libre comercio. Se granjeó muchísimas discusiones en EEUU, pero fue muy influyente entre los católicos norteamericanos y fuera también. Yo creo que traspasó el ámbito de la economía católica para entrar en la Doctrina Social de la Iglesia ( también Protestante) y tuvo una enorme influencia en la política. De hecho ocupó cargos en la Administración y dio miles de conferencias. Además de todo era una buenísima persona. Insisto: un católico ferviente que nunca renunció a ningún postulado del catolicismo y que siempre se posicionó a favor del libre mercado.

Descansen en Paz Arrow y Novak: dos grandes personalidades.

@lodares

Economista

3 marzo, 2017

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