Madrid

Los nuevos carriles bicis taponan las calles de Madrid

Cerca de tres meses lleva la calle Santa Engracia, en el barrio de Chamberí, entre idas y venidas de excavadoras, operarios y vallas amarillas. A ambos lados de la larga calle se están acometiendo las obras para la implementación del carril bici que cruza la capital en un nuevo tramo aprobado en diciembre por el Ayuntamiento de Madrid. La calzada pasará a tener de cuatro a dos carriles para los vehículos que diariamente se desplazan desde la glorieta de Cuatro Caminos hasta la de Alonso Martínez. Las aceras se amplían de forma ostensible para permitir el paso de los viandantes y el carril bici, a ambos lados de Santa Engracia, se convierte en una opción segura para quienes usan este tipo de transporte y no quieren adentrarse en el paseo de la Castellana.

Además de las obras, que desde el Ayuntamiento aseguran haber terminado para la primera semana de junio, la calle soporta la cantidad de tráfico habitual pero con dos carriles menos. Coches en doble fila y algunos camiones de los que abastecen a los restaurantes de la zona paralizan por tramos la calle. «Lo único que consiguen con esto es estrangular la calle», explica Pérez, un arquitecto retirado que vive por el barrio y pasea por Santa Engracia todas las mañanas. «La calle tenía suficiente anchura como para que pasara la gente, urbanísticamente no molestaba a nadie y lo que han hecho es una estupidez. Suena a capricho», asegura.

Los restaurantes y los comercios de la zona también opinan sobre el cambio de su calle. Pablo Bermejo, por ejemplo, regenta una de las pastelerías más tradicionales de Santa Engracia: vende barquillos, rosquillas, miguelitos de la roda, y entre pedido y pedido comenta con resignación que esperará a que finalicen las obras para valorar el impacto en su comercio. «Ahora, mientras están trabajando, es molesto, pero luego quién sabe… Yo creo que por el centro se va mejor andando a cualquier parte. Al barrio tampoco le va a venir bien, ni siquiera para la contaminación».

9 marzo, 2017

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *