Opinión

Lo que los españoles nos jugamos con el déficit

 

En 2016 por fin no hemos incumplido con el objetivo de déficit público que tenemos comprometido con Bruselas.  Si descontamos la ayuda financiera, estamos en el 4,3%. Con las ayudas a la Banca, unos 2000 millones de euros, nos iremos al 4,5%.  Eso parece que facilitará que se cumpla el déficit de este año. Hay que bajar al 3,1% del PIB.

Es una buena noticia que hayamos cumplido, pero con nuestra tasa de crecimiento podríamos haber rebajado más el déficit ¿Será posible llegar al 3,1%? Si volvemos a crecer en torno al 3%, hay una verdadera lucha contra el fraude, empezamos a hacer una reforma de la Seguridad Social (que es un problema importante), pues a lo mejor podemos llegar al 3,1%, ya que en crecimiento o en fases de crecimiento es mucho más fácil cumplir todo. Es decir, pagar la deuda y desde luego reducir el déficit público, ya que el aumento de los ingresos públicos ayuda y normalmente alguna de las partidas que vemos los economistas automáticas de estabilización como es pagar más subsidios de desempleo, cuando estás creciendo no hacen tanta falta.

El problema es la Seguridad Social. En 2016 se va al 1,7%. En el 2017 va a ser parecido. Se va a llevar prácticamente la mitad del agujero. Y es que no se ha hecho nada al respecto. Es difícil, ya que hace falta un acuerdo amplio. Yo creo que no se pueden cambiar los parámetros de la Seguridad Social y hacer una reforma de pensiones sin que haya un acuerdo amplio y sería bueno que así fuera.  Aquí vamos a tener unos Presupuestos que van a salir o no por un voto como el que dice. No es lo más deseable, pero esta es la situación política que tenemos.

Hay que decir también que hemos cumplido sobre el 4,6%, que es un punto más que el 3,6%, cuando Europa nos dio una nueva senda fiscal. Por tanto ¿Dónde ha funcionado el aparato del Estado? En la recaudación. Lo que ha funcionado ha sido la reforma del Impuestos de Sociedades, los pagos fraccionados famosos del 23% al 25% a la Banca, eso efectivamente ha funcionado y esa recaudación ha permitido salvar la cara y por tanto Europa está tranquila. Y al estar Europa tranquila es por lo que yo pienso que los Presupuestos del 2017 no dejan de ser un paripé político en estos momentos.

Para empezar desde el punto de vista de la ejecución presupuestaria vamos a ver qué ocurre. Otra cosa es que se estén usando como arma arrojadiza del debate político y otra cosa es que salga el Ministro de Hacienda y diga que esperando y confiando en la voluntad de los partidos políticos podemos llegar a acuerdos.  Confiar en la buena voluntad de los partidos (sobre todo de algunos) no confío ni un ápice, otra cosa es que confíes en el cambio de cromos. Que tú puedas llegar debajo del mantel a determinados enjuagues desde el punto de vista financiero para que determinadas Comunidades o territorios del Estado se vean beneficiados con los nuevos Presupuestos.

Así todo yo creo que el gobierno es consciente que donde se la juega es en el Presupuesto del 2018, cuyo ciclo presupuestario empieza en junio. O sea el ciclo presupuestario del próximo ejercicio se abre dentro de tres meses como el que dice. El techo de gasto ya lo estamos abriendo prácticamente en junio y en septiembre ya hay que tener los nuevos Presupuestos del 2018.

Por lo tanto no nos engañemos. Yo insisto: el partido de verdad no es el del 2017. Otra cosa es que en el 2017 sea la preparación artillera para ver qué ocurre en 2018.

Por tanto es verdad que hemos cumplido con el déficit en un año en el que teníamos gobierno en funciones, pero es un año en el que crecíamos. Creo que debemos reflexionar sobre qué nos ha pasado en estos ocho años. Tenemos una deuda pública agregada en torno al 100% del PIB, tenemos la percepción de que la financiación territorial y el gasto territorial no está totalmente claro, ni con todo el control que nos gustaría, no hemos hablado de la reforma de las Administraciones Públicas… son muchas cosas. Aunque tengamos la nota del último parcial bien, tenemos muchas cosas que corregir, porque son síntomas de lo que le pasa al conjunto del país.

Hemos arreglado la coyuntura del país. La estructura del país ha mejorado porque somos más competitivos, estamos exportando, España tiene señales más fuertes que hace diez años. La estructura productiva es más sólida que hace diez años, pero queda mucho por hacer.

Álvaro Lodares (Economista)

@lodares

25 marzo, 2017

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