Opinión

Doña Susana Bovary

En uno de esos largues que se monta ahora con o sin motivo, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz ha confesado: “Madame Bovary ha sido una obra clave en mi vida”.

Hele la sevillana. Ahí está. Aquí tenemos a la Bovary flamenca. He aquí que la señora Díaz es una Emma Bovary de la política que puede ponerle los cuernos a Pedro Sánchez, Patxi López y demás familiares y allegados. Susana Díaz se ha casado pronto y mal, como Emma Bovary, con un marido aburrido, soso, manos, triste, tontuelo, pesado y muermo, que es la Junta de Andalucía. La Díaz/Bovary se ha cansado de ese matrimonio de conveniencia, improvisado y prematuro, como la heroína que ha marcado su vida, según dice, y como era de suponer cuando ya no ha podido más de hastío matrimonial/Presidencial, le intenta poner los cuernos. La señora Díaz tenía varios sueños de gloria, como Madame Bovary, y se quiere venir a Madrid soñando con el Palacio de la Moncloa, el poder y la pasta canalla.

Versátil, voluble como la francesa, acabará entregándose políticamente a cualquiera que pueda ejercer el papel de aristócrata de la novela, el primer seductor, o quizá a un neoberciano equivalente al horterilla pasantillo que es el segundo y fatal amante de la novela. En cualquier caso, Susana Díaz es una Emma Bovary de la política y me parece peligroso querer poner al frente del Psoe a una mujer tan inestable. La señora Díaz, bien mirado, está realizando en la política el modelo-Bovary. Se quiere venir a Madrid huyendo de un hogar provinciano, deslumbrada por los baile de la corte y de las Cortes. Cuando llegó a Presidenta de la Junta de Andalucía, cuando salió nombrada, todos vimos que esta inquietante mujer traía algo dentro. Bueno, pues lo que traía dentro era una novela famosa leída en su pueblo, como la Bovary leía los figurines que le llegaban de París. Su asalto al poder es para ella como el sarao de la novela y todavía está pensando con quien se va a liar políticamente. Sea como fuere, no esperemos de ella una política estable, coherente, duradera, sino una sucesión de encuentros y descubrimientos.

Me gustan las personas con algún libro dentro. Susana Díaz, cuando menos, ha leído Madame Bovary. Pero me parece que con una mujer marcada por Emma Bovary, la gran adúltera literaria de Flaubert, se puede hacer todo. Todo, menos darle las riendas de un partido o de una nación.

Marisa Arcas

@marisaarcas

2 abril, 2017

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