Opinión

Intolerable la utilización electoralista del atentado en Londres

Imagen: RTVE

Es verdad que lo más terrible de un atentado terrorista es el propio relato de la barbarie, pero, a continuación, lo más importante es la reacción de las autoridades y medios de comunicación de la ciudad y País en el que tiene  lugar. Y en lo que se refiere al reciente atentado de Londres, a «furgonazo» y posterior acuchillamiento por parte de los terroristas yihadistas la reacción de las autoridades británicas nacionales y municipales londinenses no ha podido resultar mas lamentable en lo que respecta a un joven héroe español llamado Ignacio Echevarria.

Este muchacho, que al parecer patinaba en un parque cercano junto otros amigos, vio como uno de los terroristas – que él probablemente no sabía que lo fueran o si eran vulgares asesinos – se abalanzaba cuchillo en mano sobre una joven  y se apresuró, desoyendo heroicamente las recomendaciones de las propias autoridades inglesas que piden que se huya, se oculte uno y luego se denuncie, a lanzarse a su vez sobre el asesino impidiendo la agresión a la muchacha, a costa de sufrirla él.

Como todos ustedes ya saben, semejante actitud le ha costado la vida, lo que eleva su comportamiento heroico a la categoría de sublime, pero lo que ha resultado totalmente intolerable por parte de las autoridades británicas y londinenses, es que no sólo todos nosotros, sino y sobre todo su propia familia, no ha podido enterarse del fallecimiento de Ignacio hasta  5 DÍAS después por no se sabe muy bien qué trámite de seguridad o/y administrativo. Si semejante cosa llega a suceder  en un país distinto de la soberbia y ensoberbecida Inglaterra, habría que haber oído a sus medios de comunicación poner el grito en el cielo contra semejante comportamiento tercermundista.

Y no acaba ahí el tema, porque una vez localizado e identificado el cadáver y a pesar de los naturales esfuerzos de las representaciones españolas, diplomática y consular, agradecidos por la familia del héroe muerto, a los cinco días no se sabe bien cuándo y dónde podrá disponer la familia del cuerpo de su entrañable familiar, para honrarlo como se merece, tras, supongo, su traslado a España. De nada vale que la autoridad inglesa se haya exculpado diciendo que no se sabía si entre muertos y heridos  había alguno de los terroristas. Ha sido un auténtico alarde de inutilidad sanitaria y policial, impropia de un país civilizado.

Contrasta  esta triste e inadmisible reacción con aquella otrora magnifica y rapidísima de todos los medios sanitarios, policiales y humanos de todas clases de la población madrileña con motivo de aquel terrible atentado del 11 M. Tanto es así, que semejante reacción ha sido inmortalizada en la propia Puerta del Sol, como ejemplar comportamiento  de autoridades y servicios junto al pueblo soberano.

En fin amigos, un auténtico ridículo británico y no digamos su aspecto rechazable en lo que se refiere a la utilización electoralista que la oposición  ha hecho del atentado para  desbancar a Mrs. May, actual Primera Ministra del Reino Unido. Segun el líder laborista todo se debe a que la señora May, cuando fue Ministra de Interior del anterior gobierno Cameron, fue la responsable de una reducción de efectivos policiales y de seguridad. O sea, condenar antes al rival político que a la barbarie terrorista. Otro alarde estúpido como el que ya hemos referido y del que ha sido víctima nuestro joven heroico, Ignacio Echevarria, al  que Dios tendrá para siempre en el seno de los valientes.

Manuel Monzón

8 junio, 2017

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