El día 15 de junio de 2017, entró en vigor la normativa europea que suprime parcialmente el roaming. Una medida que acerca a los estados miembros entre sí; y lo notaremos especialmente en la península ibérica, donde España comparte una frontera de 1232 kilómetros con Portugal.

La Raia, como la conocemos, no deja de ser un muro que nos separa, como en su día lo hizo el de Berlín. Y debemos derribarlo con políticas activas de acercamiento entre Portugal y España; medidas todas, sencillas de llevar a cabo, y que permitan mejorar la vida de todas las personas que residan dentro de la península ibérica, dando ejemplo de esta práctica a toda la Unión Europea. Crear un laboratorio de integración.

Dentro de estas políticas activas, tenemos el Plan Nacional de Turismo Seguro, promovido por el Ministerio del Interior desde hace unos años, que tiene por fin garantizar el correcto desarrollo vacacional de los turistas, combatiendo la delincuencia que se genera específicamente por estas fechas.

A los consejos que se proponen para combatir la delincuencia, el Ministerio del Interior tiene a bien, convocar comisiones de servicio dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para enviar Agentes a Portugal y familiarizar a los lusos con las policías españolas. (Y viceversa)

Una medida que estaría muy bien, si el intercambio fuese algo más que figurativo, ya que, sólo se envían tres agentes a Portugal (Lisboa, Oporto y Portimão)

El demolición de ese muro que nos separa, pasa necesariamente por incrementar el número de intercambios estivales, e incluso aumentar la frecuencia de los mismos, para que veamos más Guardia Nacional Republicana en España y más Guardia Civil en Portugal.

Una medida que no solo aumentará la coordinación bilateral; sino que generará una confianza mutua entre naciones con una relación históricamente recelosa. Un golpe de efecto contra la Raia.

Ginés de Lara

@infantedelara