Madrid

El G-20, Trump y la excusa de Corea ante el liderazgo chino

Probablemente el último G-20 haya sido uno de los más complicados de la diplomacia del siglo XXI. Empezando por la escalada de amenazas derivadas de los mensajes en Twitter de Donald Trump, que viene anunciando desde hace tiempo una “major, major war” con Corea del Norte. Por otro lado, tenemos a Kim Jong-un a un dictador que con la mera sospecha de peligro es capaz hasta de mandar ejecutar a familiares suyos, como hizo con Jang Song Thaek, arrojado con cinco ayudantes más a una fosa con 120 canes que llevaban cinco días sin comer.

Antes del G-20 China tenía hechos sus deberes y había movido sagazmente fichas en el tablero diplomático. Su principal mandatario Xi Jinping y Vladimir Putin, acordaron “impulsar conjuntamente un arreglo adecuado a través del diálogo y la negociación” con Corea del Norte. Ellos tienen la llave de las negociaciones por cuanto el régimen dictatorial depende principalmente de China y tienen raíces comunes en el comunismo. Pero a EEUU no le interesan de momento este tipo de movimientos que podrían conllevar, dadas las raíces norcoreanas del nuevo Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, a una nueva “sunchine policy” para una futura reunificación.

Es el otro gran problema coreano (y puede que el verdaderamente importante) para USA dado que su aliado en Asia Oriental, junto a Japón, tiene ya en China a su principal socio económico. Pese al dilema moral surcoreano por el histórico apoyo militar americano, la economía manda y Trump es la excusa perfecta para ir distanciándose del gran hermano americano. En otro escenario el líder chino negoció con Europa en lo que la prensa internacional llamó la diplomacia del Panda.  Con la excusa de la inauguración de un zoo con dos osos pandas en Berlín, se reunieron la señora Merkel y el presidente chino. Ambos aprovecharon para mandar un recado a Trump, con un acuerdo para contribuir conjuntamente a aplacar un mundo más apacible, tanto en lo ecológico como en el del libre comercio. En definitiva, Merkel se ha posicionado ya con China, que está estableciendo un nuevo orden financiero con el desarrollo de Bancos de desarrollo internacional para impulsar la nueva ruta de la seda, una ambiciosa red de conexiones de infraestructuras que enlazará China con toda Europa para un nuevo orden de libre comercio liderado por el gigante asiático. Esto es ya una “senda” imparable.

Trump se aísla y nadie sabe si algún día impotente ante la pérdida del liderazgo económico sea capaz de atacar Corea del Norte, lo que China y Rusia ya han dicho que no van a permitir. Ya lo dijo el General Mc Arthur: las únicas tres cosas que me dan miedo son la diarrea, la gonorrea y Corea.

Jose Luis Martínez Hens

@jlmhens

13 julio, 2017

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