Partamos de una base: la ayuda es necesaria en el proceso de desenganche. Y partamos de una anterior: el tabaco es una droga. Y eso, ¿qué significa desde nuestra responsabilidad médica y psicológica? Está claro: asumir que abandonar esa droga supone pasar por síntomas de abstinencia: hablamos de ansiedad, pero también de dificultad para conciliar el sueño, pero también de irritabilidad…

Es por eso que en nuestro tratamiento de tres sesiones, desde ‘Láserpuntura’, tenemos muy enfocado lo que aportan psiquiatras que se han especializado en la lucha contra el tabaquismo. Primero, que para renunciar y lograrlo, la base es una cierta fuerza de voluntad. Pero además, que el paciente debe ser en parte consciente de las verdaderas razones que le deben llevar a avanzar en el proceso. Aunque, dicha sea toda la verdad, en alguna ocasión los motivos son un verdadero misterio incluso para la persona que logra el objetivo final.

En nuestras clínicas no perdemos de vista que tener las ideas claras puede no ser suficiente. Que hay personas que lo han intentado por diversos medios y que, incluso padeciendo graves problemas de salud, no lo han logrado. Por eso es para nosotros una satisfacción añadida que tras probar y probar, y que -todo hay que decirlo- tras una sensación profunda de desesperación, den en el clavo cuando se acercan al láser y a las técnicas de acupuntura.

Es nuestra razón de ser: nuestra eficacia, nuestra rapidez y un coste, no nos engañemos, asequible. Un ahorro, sin duda, para la salud y para el bolsillo. La adicción bioquímica que producen los componentes de un pitillo es más potente de lo que creemos. Trabajamos cada día para erradicarla. Y somos perfectamente sabedores de las sensaciones que nuestros pacientes abandonan. No es ningún eslogan, es la pura verdad: fumar no aporta nada bueno.

Sagrario García Navajas

Directora Laserpuntura

www.laserpuntura.es