Opinión

General Villiers: todo un hombre

Resumiendo la frase inmortal de Don Miguel de Unamuno, aquella que decía «nada menos que todo un hombre». Le viene como anillo al dedo al Jefe del Estado Mayor de los Ejércitos de Francia, el General Villiers. Como se sabe la víspera de la Fiesta Nacional francesa – el 14 de Julio, aniversario de aquel de 1789 que desencadenÓ la Revolución con la toma de la Bastilla – compareció como gran invitado del recién elegido  Presidente Mr.Trump, el perturbador Presidente americano, en París para compartir, esa Fiesta Nacional gala, con motivo del cumplimiento de los cien años de la intervención yanqui en la Primera Guerra Mundial, en ayuda de Francia y sus aliados.

Todo fueron parabienes y excesos de cordialidad entre ambos Presidentes y todo parecía moverse en un lecho de rosas. No era así. Esa misma víspera de la aparición de Trump tuvo lugar una sesión, naturalmente secreta y como todas ellas filtrada al público y los medios de comunicación, de la Comisión de Defensa de Francia, compuesta por cincuenta parlamentarios, alguno o algunos de los cuales se fueron de la lengua sobre lo ocurrido en ella.

Se informó en tal sesión al General Jefe de Estado Mayor, Villiers, de los tremendos recortes que iban a tener lugar en el Presupuesto de Defensa. Nada menos que 850 millones de Euros menos que en el ejercicio anterior y 40 más en reducción de créditos por deudas. La reacción del General, golpeando con su puño la mesa, fue exclamar: «No, no me vais a joder así» (sic), añadiendo a continuación que ya había anunciado su dimisión si los recortes continuaban de forma tan salvaje.

Recordó a la Comisión como, desde el comienzo de la crisis en 2007 y 2015 los ejércitos de Francia habían tenido que prescindir, nada menos, que de algo mas de 40.000 hombres y mujeres y su equipo correspondiente de armamento, material y varios, quedando reducido el total de los ejércitos a 200.000 efectivos raspados, con los que no resulta posible  garantizar la Defensa de Francia.

Estaba previsto que el propio Presidente de la República se reuniera con el militar para calmarle, aunque parece que después  del «cabreo» descomunal de Villiers nada podría o habrá podido ni calmarle ni evitar su dimisión anunciada, en lo que le asiste toda la razón, como a todos los mandos militares de la UE, más que hartos de que los ejércitos hayan sido las víctimas predilectas de los recortes.

El  hecho de que tantos mandos militares guarden silencio, en el perfil bajo a que se les obliga, no significa que estén contentos ni de acuerdo con lo que viene sucediendo con los presupuestos militares desde que comenzó la crisis y estoy seguro que más de uno habrá celebrado el plante de Villiers, dispuesto a jugarse todo  ante tanta injusticia. Silencio ese de los militares que se debe no tanto a su decisión de no intervenir en el escenario político como a que jamás periodista alguno, tan «echados palante» en tanta denuncia, se atreve a preguntarles nada.

El pasado lunes 17 vimos de la visita conjunta del Presidente Rajoy, acompañado de su Ministra de Defensa, Cospedal, a las tropas españolas desplegadas en Estonia y Letonia y de nuevo volvemos a los excesos de cordialidad, subordinación y sumisión en las reseñas y comentarios, porque jamás periodista alguno informa, no de lo que los políticos dicen de los militares, sino de lo que dicen éstos últimos. Bien pues, por el valiente Villiers, poniendo de manifiesto la debilidad de los ejércitos europeos por tanto recorte, que tanto estimula la agresividad del enemigo terrorista.

Manuel Monzon

19 julio, 2017

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