Históricos resultados. Mientras todos se felicitan después de las elecciones, nos preparamos para el desgobierno. Los históricos resultados acentúan el riesgo evidente: España está camino de desaparecer.
Por la acción de unos pocos y omisión de la mayoría.
La independencia catalana en marcha. Alta traición democrática decidida en asamblea de plaza. ¿Estamos oyendo a todos o solo a los que más gritan y amenazan? Hay claros ejemplos de cómo la amenaza ha chantajeado hasta llegar a las instituciones. Cruda realidad. Navarra es un ejemplo más. Premios Príncipe de Viana: ‹‹La Marcha Real ante las tumbas de los Reyes de Navarra me parece un salchucho››. Ni Reyes de España, ni Himno Nacional. Todo muy constitucional y gracias a constitucionales decisiones. Dejadlos hacer.
Llevamos tiempo marchando en vacío. Es necesario un gran acuerdo. Mientras se reclama ese pacto de Estado -clamor desde la sensatez- los nuevos «beautiful people» de la política caminan hacia un pacto contra el Estado. ¡Qué importan quinientos años de historia en común! Importa su historia, su nombre. Son capaces de sacrificar el noble fin de la política por el aplauso momentáneo.
Hace poco oí por la radio un cuentecito solidario. Un refugiado corría por la vía intentando coger el vagón de cola de un tren que caminaba despacio. En la carrera perdió un zapato. Al lograr alcanzar el vagón se quedó mirando a la vía y con gesto resignado lanzó el zapato que le había quedado. Otro refugiado que había subido antes le preguntó que porqué hacía aquello.
-«He perdido mi zapato en la vía. El que lo encuentre no puede caminar con un solo zapato. Yo con el que me quedaba tampoco. Por eso lo he tirado; el que vaya por la vía encontrará los dos zapatos y podrá caminar calzado».
Moraleja: el egoísmo nos impide avanzar.
Descalzos de un pie España cojea.
A pesar de esta incertidumbre: ¡Feliz Año!
@generaldavila
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