Opinión

La querida, metáfora del triunfo en España

No sé si ustedes habrán reparado, pero lo más exquisito de todos estos chanchullos, manejos, trapisondas, detenciones y casos políticos que están teniendo lugar en España (la cosa de la corrupción y eso) está en que a todo inculpado, encausado, entrullado, le sale una amante que era la que estaba en el expolio, el lío, el jaleo o simplemente ejercía de eso, de amante.

Spain is different porque un español, en cuanto se mete en harina, en pasta, en dinero negro, en asuntos de Estado y temas de trinque, lo primero se busca una amante, un amor al margen del matrimonio, porque el éxito, para el español de medio precio, es lucir una mujer que no sea la propia. Hoy en día no se concibe un español que ha hecho money, pastizara, que ha acuñado moneda negra por las noches, en la cocina de su casa, con lo afanado, no se le concibe, digo, en las fotos de juzgado, sin una señorita al lado, más mona y puestecita que la propia, la sacramental.

Está comprobado que la especie humana es todo menos fiel. La especie es naturalmente promiscua, hombres y mujeres, y de ahí que el matrimonio sea un acierto social y un error psicológico. Pero no es eso lo que nos interesa, por obvio, no la mujer o el hombre como variante sexual/sentimental, sino la mujer de los triunfadores , la nueva frontera de cama en su sentido secreto y evidente de símbolo, de trofeo, de cosa conseguida, de escaparate para lucir en su hermoso pecho (se supone siempre que tetamen abundante) las medallas, las cruces, el oro y la plata, los collarones, la ferralla y todo el dinero falso del campeón social. Y cuando el campeón social va al trullo, que es lo propio, quien le lleva más tabaco, más coca, más información, más besos y más jabón de olor es la nueva, que para eso está.

Parece que el español sea tribal y delincuente. El español delincuente se retrata con la chorva, con la jai, con la amante, querida, entretenida o ligue, porque ella es la metáfora de que uno ha triunfado y, mayormente, de que ha sabido invertir bien lo sustraído. A las amantes de toda esta panda de indeseables las estamos pagando el resto de los españoles con nuestros impuestos. Dicen que es lo democrático.

Marisa Arcas

@marisaarcas

10 septiembre, 2017

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