La salida de empresas es solo una de las consecuencias acaecidas por lo que ocurre en Cataluña. El poder económico catalán cada vez está más preocupado por el bajón de la actividad allí. El gobierno ya ve daños en el turismo, en el transporte, en el sector inmobiliario… solo hay que preguntar en las calles de Barcelona.

La Cámara de Comercio de Barcelona ha admitido que todo lo que está ocurriendo ha afectado al consumo, a la inversión, que se ha dado un frenazo al crecimiento en este trimestre y en el cuarto rebaja la previsión de crecimiento de Cataluña en el 2018.

A mí me parece que el colapso que va a tener la economía catalana en el año 2018, va a suponer una pérdida importante de beneficios, supondrá una pérdida de empleo y al final si se hace un boicot a los productos catalanes (cosa que sería un tremendo error) el resto del territorio puede sufrir. El resto de España puede sufrir si Cataluña sufre. Si dejamos de comprar productos catalanes los que lo sufrirán serán las empresas y los trabajadores. Nos interesa que Cataluña sea una economía fuerte, competitiva, una economía que pueda comprar productos españoles, nos interesa a nosotros comprar productos catalanes que nos puedan satisfacer más que un producto extranjero. Esto quienes no lo han entendido son los independentistas y los antisistema.

Veremos lo que pasa, pero los efectos económicos de lo que está pasando en Cataluña no se esfuman de la noche a la mañana. La incertidumbre va a seguir. Esto es como la confianza: cuesta mucho generarla, pero se pierde en un chasquido de dedos. Tenemos en estos momentos viento a favor en la economía. Ahora el euro se ha vuelto a depreciar un poco, tenemos un crecimiento de la economía mundial que está superando las previsiones y el FMI ha revisado al alza el crecimiento mundial y de hecho empieza a haber un poco de inflación en la economía por ese crecimiento que se está produciendo. También ese crecimiento está llevando a un aumento de salarios que genera más compras y que va a promover al menos la venta de nuestros productos en el exterior, de nuestras exportaciones de bienes y servicios.

Tenemos bastantes datos positivos en el contexto económico, aunque desgraciadamente tenemos el problema de Cataluña, que si no somos capaces de encauzar generará dificultades y tendrá un impacto negativo sobre la economía española. La Autoridad Fiscal Independiente respecto al tema catalán habla de 13000 millones de coste para la economía española en el año 2018. 1,2 puntos del PIB. Es más que posible. El crecimiento del tercer trimestre fue el 0,8, (el del segundo fue el 0,9 trimestral). 0,8  es un crecimiento del 3,2 anualizado. Yo creo que este cuarto trimestre veremos un crecimiento menor. Y el año que viene si nos colocamos entre el 2 y el 2,5 pues es bastante inferior al 3,2 que estamos teniendo ahora.

Álvaro Lodares (Economista)

@lodares