Claves en mesoterapia facial

Con la mesoterapia facial mejoramos la luminosidad, la frescura, la textura y la revitalización de la piel.

Ha comenzado el otoño, por lo que nuestra piel empieza a acusar los daños producidos por los cambios de temperatura, así como por el cansancio acumulado. Todo esto unido a que hemos perdido el bronceado, nos lleva a pensar en tratamientos que le devuelvan a nuestra piel la calidad y la luminosidad que presentaba hace unos meses. De entre las alternativas, destaca una por su sencillez de aplicación y sus excelentes resultados. Se trata de la mesoterapia facial, que os explicamos en 10 puntos:

La finalidad del tratamiento es la de rehidratar y revitalizar de forma profunda la piel.
Consiste en infiltrar en la piel un cóctel de diferentes sustancias, cuyo principal ingrediente es el ácido hialurónico. Éste compuesto tiene un alto poder de captación del agua, por lo que es idóneo para dar a la piel una textura jugosa y un aspecto sano.
No sólo se produce una mejoría por los productos que infiltramos, sino que el simple hecho de pinchar la piel también contribuye a producir este efecto, puesto que el microtrauma que produce la aguja estimula la producción de nuevo colágeno para repararlo.
Las infiltraciones son superficiales.
La sesión dura aproximadamente 20-25 minutos. Se aplica previamente anestesia tópica para aliviar la sensación de malestar. Es un tratamiento ambulatorio, que nos permite reincorporarnos a nuestra actividad habitual al salir de la consulta.
Las zonas donde se aplica son cara, cuello, escote y manos.
Se recomienda la realización de tres sesiones espaciadas un mes entre ellas para una mayor duración del efecto
Las principales indicaciones son:
- Pieles apagadas y deshidratadas, y como prevención de la aparición de arruga fina.
- En pieles jóvenes, su principal efecto es preventivo, produciendo una piel radiante.
- En pieles maduras, tiene efecto de reparación y aumento de tersura.
Los efectos secundarios más frecuentes son los hematomas y una ligera inflamación el mismo día del tratamiento, por lo que siempre recomendamos realizar el tratamiento al menos con diez días de antelación si tenemos una reunión social a la que queremos ir perfectas.
¿Qué vamos a notar en nuestra piel una vez realizado el tratamiento? Sobre todo luminosidad, frescura, mejor textura y revitalización, es decir, es el tratamiento idóneo de cara a la actividad social que conllevan las fiestas navideñas que están próximas a celebrarse.