Opinión

Admirable Putin y cuestionado Trump

La rivalidad Rusia/Estados Unidos está naturalmente protagonizada por Putin y Trump pero con la gran diferencia con el pasado de que USA está en franca inferioridad con respecto a la Rusia que Putin ha puesto en circulación. Para conseguirlo el Presidente ruso y su aparato de Gobierno han sabido ser los responsables de la sorprendente elección de Trump en la «acera de en frente», garantizándose así la inferioridad norteamericana, puesta de manifiesto en las tremendas torpezas de la Casa Blanca en el escenario de Oriente próximo y Medio. No contento el payaso Trump con el ridículo  hecho por USA y la UE en Siria, que ha determinado la victoria de Rusia en la zona, ahora «mete la pata» hasta la exageración con el tema de Jerusalén, apoyando  la capitalidad de la Ciudad Santa para Israel en contra del liderazgo y creyentes de las otras dos grandes religiones monoteistas, la Cristiandad y el Islam, que exigen  la internacionalidad de Jerusalén  para el respeto de los santos lugares de ambas junto al Judaismo.

Y naturalmente también esta batalla la perderá Trump. Cuando el Presidente ruso dijo que la desintegración de la URSS había sido la mayor catástrofe del siglo XX no fue por nostalgia ideológica sino porque, como consecuencia, Rusia pasó de ser una superpotencia a un enano en la geopolítica munial, y ello a pesar de su gigantesco arsenal nuclear. La guerra civil de Siria le ha dado la oportunidad de meter baza en la gran partida mundial al convertirse en un importante jugador de la zona más caliente del planeta: Oriente Medio. Ya lo escribió hace más de un año Dimitri  Trenin en el Centro Carnegie de Moscú que dirige. Dijo «Rusia está poniendo a prueba sus posibilidades de volver a la arena global como uno de los principales jugadores . Y así ha sido.

Consolidado el poder del Presidente sirio, Bashar Al Asad, Putin viajó a la base aérea de Jmeimin, en Siria, donde anunció la victoria contra el Estado Islámico y anunció la retirada parcial de sus tropas ya que nadie se atreve hoy a discutirle su liderazgo para llevar adelante el proceso político de la zona. Buena parte de este éxito se debe a la inacción del principal actor en la región, Estados Unidos y la sumisa Unión Europea. Con la presidencia de Obama, Washington dejó de dar tantas cartas como antes en esa mesa del mundo, pero Trump es que se ha levantado de la mesa para sólo volver de vez en cuando y, si le conviene, interrumpir la partida brevemente como cuando a principio de este año bombardeó ridículamente una Base aérea siria como represalia a un imaginario ataque de Al Asad con armas químicas.

Como consecuencia de todo ello Rusia está en estos momentos liderando la indignación por el tema Jerusalén, junto a aliados tradicionales de Estados Unidos como son Egipto y Turquía. Indignación que USA ha regalado con su torpeza y que ha provocado la misa de todo el Islam sin excepción, junto a la Cristiandad. Da toda la sensación, junto al crecimiento modernista de la extrema derecha europea cada vez más presente en la vida política continental, de que el atlantismo (empeñado en la enemiga de Rusia y fracasado en la unidad europea) y que la llamada Unión está en  realidad torpedeando con sus naciones Estado, en vez de lograr la nación europea única; que está llegando al fin de su hegemonía y de nuevo comparece en la escena mundial la esperanza geopolítica del entendimiento paneuropeo  frente a la cada vez mas torpe hegemonía norteamericana.

Manuel Monzon

19 diciembre, 2017

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