Señores barones socialistas, y baronesa Díaz, ¿a qué viene la operación diseñada de forma desquiciada y desquiciante para pasar por la guillotina el busto de Sánchez? ¿A qué se debe esa repentina exaltación del patriotismo nacional que desconocíamos desde tiempos del asedio al Alcázar de Toledo?

Los españoles sensatos sabemos que de lo peor que le puede suceder al país es soportar un gobierno apoyado desde Ferraz y desde la delegación madrileña del régimen chavista. A pachas. ¡Claro! Pero, ¿están ustedes en condiciones de dar lecciones? ¿A quién? ¿Desde cuándo?

¿Qué hacían, barones y baronesa, cuando Sánchez se ufanaba de ser capaz de pactar con cualquiera salvo con el PP y los testaferros de ETA en las instituciones?

¿Qué hacían, barones y baronesa, mientras Sánchez tomaba oxígeno apoyando coaliciones de perdedores tras las municipales y autonómicas que incluían, por supuesto, a los limpiabotas de Iglesias?

¿Qué hacían, barones y baronesa, mientras Sánchez apoyaba a partidos manifiestamente separatistas en Cataluña para tirar de las instituciones a alcaldes del PP que habían goleado en esas elecciones, como García Albiol?

Barones y baronesa, para ustedes (no para todos los españoles) el fin justifica los medios.

Barones y baronesa, han probado con creces que para ustedes lo primero es el partido y lo segundo o lo tercero España.

Quítense la careta, mírennos a los ojos, y no acudan al mercadillo de la opinión pública a vender a sus compatriotas mercancía averiada. El verdadero patriotismo sólo puede tener como norte la Justicia y la Verdad.