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Peeling para mejorar tu piel

 

Con el peeling mejoramos el tono y combatimos las manchas de la piel.

Literalmente, la palabra peeling significa pelar o exfoliar. Se trata de un tratamiento de la piel cuya intención es producir una renovación celular acelerada de las capas superficiales. Decimos acelerada porque nuestra piel se renueva eliminando las capas más superficiales, la epidermis. Esta renovación es más rápida en la piel de la cara que en el resto del cuerpo. Este tratamiento se lleva haciendo desde la antigüedad con diferentes productos naturales, como el ácido láctico de la leche, el ascórbico de los cítricos o el fítico de los higos. La finalidad de un peeling puede ser múltiple, según los protocolos y productos utilizados. Así podemos conseguir  limpieza, hidratación, regulación de la producción de grasa para reducir el acné, disminuir los efectos del envejecimiento cutáneo como son las arrugas y las manchas…

La piel presenta diferentes capas. Simplificando hablamos de epidermis, dermis e hipodermis, y como se aprecia en el dibujo, en cada capa hay diferentes estructuras como son los folículos pilosos, los folículos sebáceos, las glándulas sudoríparas, vasos, nervios e incluso músculos piloerectores.

Las diferentes capas de la piel.

En función de la profundidad de acción de los peelings los podemos clasificar en:

– superficiales (cuando se busca la eliminación total del estrato córneo y parcia de la epidermis).

– medios (cuando se busca la eliminación total de la epidermis y parcial de la dermis).

– profundos (cuando alcanzamos la hipodermis).

Según el problema estético a tratar, tu médico estético elegirá el peeling más adecuado. En general, los peelings más profundos tienen mejores resultados pero también presentan más molestias para el paciente. Los peelings superficiales y medios se suelen realizar con diferentes ácidos, y los peelings profundos se suelen realizar con láser u otros equipos electromédicos.

En el momento de la realización el paciente puede sentir un picor leve, enrojecimiento y calor que ceden habitualmente en pocos minutos. Transcurridas 48 horas comenzará a pelar, generalmente durante 3-5 días. Esta peladura será más intensa y duradera cuanto más profundo haya sido el peeling realizado.

Habitualmente en el plazo de una semana la piel estará completamente renovada y restablecida. Según el problema estético y el peeling realizado, el tratamiento se puede realizar en varias sesiones que se repiten cada 2 o 3 semanas (en los más superficiales) o se pueden realizar en una sola sesión que no necesita repetirse.

Es importante recordar que muchos peelings necesitan de la imprescindible colaboración del paciente siguiendo las instrucciones recibidas en cuanto a tratamiento domiciliario, en cuanto a evitar el sol… Por ello esta época invernal es la preferida por los profesionales para realizar este tipo de tratamientos. Finalmente, algunos peelings necesitan de una revisión a la semana para aplicar algún tratamiento o mascarilla calmante, y los peelings más profundos pueden incluso necesitar cura diaria durante los primeros días.

Dr. Ernesto Pérez Hernández (médico estético)

© FEMM Cirugía y Medicina Estética

29 enero, 2018

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