Opinión

El revisionismo de España

Reuters

El pesimismo y la desesperanza no son buenos compañeros de camino aunque los españoles seamos reacios a entenderlo. La España alegre y de calendario es al mismo tiempo la España pesimista y decepcionada que se está revisando a sí misma cada cierto tiempo. Todavía no tenemos claro qué cosa sea España, a qué llamamos España, y perdemos el tiempo en aclararlo.

Los godos, los visigodos, los moros, los judíos, los cristianos, los murcianos, los de izquierdas y derechas, la Guardia Civil y los catalanes todo ese tropel humano que va desgranando España, todo eso somos nosotros, hemos sido y seguimos siendo. El que entre esta riqueza de material humano sigue planteándose el revisionismo de España es un agorero que en realidad busca un cargo con despacho y teléfono. A nuestros revisionistas profesionales les vuelve el optimismo en cuanto tocan un timbre y aparece un mandado. El revisionismo no es un examen de conciencia sino una manera de mitificar España o de hacerla astillas.

Son revisionistas los nacionalistas y afines a Podemos, o sea que el revisionismo esconde y revela una ambición personal de poder o destrucción. El revisionismo nacional es un grave peligro y constituye la expresión más nefasta del pesimismo. Cualquier persona con dos dedos de luces diría que esto de revisar lo que es España cada cierto tiempo es un disparate y una necedad. Peor que un desatino, yo lo considero una ambición larvada, porque la España debatida acaba siendo siempre algo muy parecido a nosotros mismos, un país hecho a medida para el que quiere mandar. El revisionista no es del partido del optimismo ni del partido del pesimismo sino según le vayan las cosas.

La España optimista es la de Juan de Herrera y el Escorial, las fiestas populares de Goya y las canciones patrióticas del colegio. La España pesimista es la de unos señores que van de luto por España y su grandeza, algo así como los viudos de esa España que conquistó América y llegó a domeñar el mundo. Es animosa, pujante y creadora la España barroca, la teología pictórica de El Greco y el pasodoble. La España pesimista es la del procés, la de Puigdemont y sus acólitos, la de la ruina económica catalana. Tenemos que optar por una de las dos Españas, y en este momento los españoles elegimos preservar la unidad de este país.

Por Marisa Arcas

@marisaarcas

5 febrero, 2018

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