Opinión

“Puigdemont” más que “gracias”

Vivimos una situación histórica en nuestro país, la Cataluña del 3% y el caso Palau está dividida en tres bloques que tienen difícil reconciliación.

Hay dos sectores radicalmente opuestos que son los “unionistas a toda costa” y los “separatistas a toda costa”, pero en medio hay un popurrí de “moderados” que no se dejan influir y que pese a su ideología política priorizan las relaciones personales y la convivencia.

España está cansada de una guerra sin sentido entre españoles, España está cansada, además, de que los causantes de todo esto ahora vivan como si nada hubiese pasado intentando formar un gobierno autonómico sustentado por corruptos, prevaricadores y antisistema.

¿Pero es en serio eso de investir a Puigdemont?, el ser independentista no necesariamente tiene que ir ligado a tener poca perspectiva de futuro, pero en el caso de los miembros del  PDeCAT y ERC me asombra que no solamente no entiendan el futuro, sino que justifiquen su pasado.

Sí, ese pasado de corear “España nos roba” mientras ellos ponían la manita para robar, ese pasado de poner al pueblo frente a la policía para que unos se lleven los palos y ellos los millones, ese pasado de coger un avión y huir dejando a tu gente tirada, y ese pasado de pensar en uno mismo en vez de en su gente abandonada en su propio adoctrinamiento.

Más de 3.000 empresas quieren abandonar Cataluña pero sus falderos siguen gritando que quieren una tierra libre frente a las sedes de partidos demócratas. ¿Tierra libre? ¿qué es eso? Yo entiendo por una tierra libre un lugar donde se puede opinar, donde se puede manifestar, donde se puede trabajar… y precisamente así era la Cataluña demócrata antes del fascismo independentista comandado por la CUP.

Algunos independentistas nos hablan de derechos históricos, parece que no han estudiado historia… o bueno, en realidad si lo han hecho pero en ese lugar donde te cuentan que Aragón y Valencia son “Paises Catalanes”. Me da bastante pena saber que la sociedad está fracturada por la mala educación en unos centros educativos donde los niños y las niñas ven esteladas en las paredes, o donde ven cajas de plástico con orificios tras el 1 de Octubre. Esos mismos niños y niñas que ven en TV3, televisión pública Catalana, un reportaje sobre los presos políticos en un programa infantil.

No se lleven las manos a la cabeza, que esto no solo es culpa de los independentistas catalanes. Ahora está vigente el 155, es el Gobierno de España quien gobierna en Cataluña y TV3 sigue adoctrinando y en las escuelas no cambia nada. En los hospitales siguen sin camas y el paro crece, por cierto.

Estoy harto, harto de esta situación a la que nos ha llevado el “Estatut” de Zapatero, el protagonismo de Artur Mas, la inmovilidad de Rajoy,  la sonrisa de Bruselas y el fanatismo de Puigdemont.

Lo peor de todo, es que en este país sin cultura ni sentido de la unidad, han conseguido que “Puigdemont” se diga más que la palabra “gracias”.

Julen Sesma 

@julensesma

15 febrero, 2018

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