Opinión

España no es país para el ahorro

El gobierno ha aprobado cambios para hacer más atractivos los planes de pensiones. Se quiere ahora fomentar el ahorro, beneficiar a los ocho millones de partícipes que tienen un plan de pensiones. El Real Decreto aprobado por el  Consejo de Ministros no recoge sorpresas. Dos son los cambios fundamentales: se podrá rescatar el dinero sin límite a los diez años. Es decir, a partir de 2025. Se podrán hacer líquidas las aportaciones anteriores a 2015. Las realizadas en 2016 tendrán que esperar hasta 2026. Y así sucesivamente. Esta medida se completa con una rebaja de las comisiones de cesión de esos Fondos para mejorar su rentabilidad. Lo que nos cobran de media por gestionarlo baja del 1,5 al 1,25% por ejemplo.

Este Decreto hay que decir que facilita el ahorro, es un paso en la buena dirección. Se eliminan costes de transacción, son peccata minuta, pero bueno, lo va a hacer más barato. De cualquier manera es una intervención en la cuestión bancaria que supongo que en el mundo financiero no va a ser muy bien recibida. Eso de que el gobierno intervenga para decir: usted no puede cobrar el 1,5 y va a cobrar el 1,25% no gustará.

El problema de esto es que no apunta a la cuestión básica. La cuestión básica es que el ahorro no es muy atractivo en España. Será una obviedad, pero hay que recordar a la gente lo que es el ahorro. El ahorro es un residuo, es un resto que queda para un nivel de productividad, o sea de ingreso dado. Lo que queda después del consumo. Eso es el ahorro. Y de ahí sale el motor de nuestro desarrollo. Sale la acumulación de capital, los planes de formación personal… es decir, sin eso no hay crecimiento a corto plazo ¿Cómo se facilita eso? Haciéndolo fácil para la gente ¿Cuál es el argumento en contra de facilitarlo por la vía de los Impuestos? Eso no, porque claro, es que si no gravamos cuando la gente recupera sus ahorros lo que hace la gente es usar eso como un conducto para no pagar Impuestos sobre la Renta. Pues que lo hagan, porque eso sería una manera de facilitar a la gente que sus ingresos soporten una fiscalidad menor cuando se genera, porque una vez que recuperas tus ahorros entonces llega el Fisco y quiere su parte. Eso sería la manera de incentivar a la gente. Insisto, con el nivel de ingreso que tenemos la única manera de aumentar nuestro ahorro –que tiene que aumentar ya que estamos por debajo de lo que sería deseable- es disminuir el consumo ¿La gente está dispuesta a disminuir el consumo? ¿A que no? No lo va a hacer. No solamente eso, es que los incentivos tradicionalmente en España llevan a que la gente consuma y no ahorre. Esa idea tremenda que está en la parte de atrás de la mente de la gran parte de la población de que si se consume mucho eso incentiva el empleo, es una idea falsa. El crecimiento lo determina la acumulación de capital físico y humano, es decir, el ahorro. España está en la cola de la OCDE en este aspecto. Y no solamente estamos en ese momento, es que nuestra tasa de ahorro ha decrecido.

La gente dice constantemente ¿Cómo se puede ahorrar con los niveles de renta que tenemos? Yo les digo: cojan ustedes la serie de ahorro en España, tiren la renta para atrás, miren cómo es nuestra renta y nuestro nivel de consumo hoy y cómo era hace 20-30-40 años y pregúntense ¿Cómo es posible que la gente ahorrara entonces? Incluso cuando empezó a caer enormemente la renta y el empleo en España en 2009 y 2010, es cuando la tasa de ahorro genera un pico hacia arriba tremendo. Con lo cual parece contradictorio. Yo es que creo que hay una idea del carpe diem en España de vivamos la vida hoy que total para qué lo voy a guardar si luego vienen y me lo quitan. Esa tradición sigue existiendo. La máxima prueba es con las propias pensiones. Las rentas de las pensiones –que si fueran capitalización quedaría todavía más patente- sufren previamente un impuesto sobre las rentas del trabajo. Cuando recibes la pensión vuelven a cobrarte de nuevo como si fuera una retribución del trabajo. Hay doble imposición sobre eso. Eso es un error. De hecho hay un grupo de gente entre los pensionistas que intentan hacer un cambio de fiscalidad en ese aspecto y que las pensiones sean gravadas como rentas de capital, como ahorro y no como IRPF. Pero en todo caso sigue existiendo una mala fiscalidad sobre el ahorro en el conjunto de España. Estoy de acuerdo con Ángel de la Fuente en que habría que reformar el conjunto de la fiscalidad sobre el ahorro. Y no solamente esto, es más: habría que reformar todo el conjunto del sistema fiscal y tributario español. Y hay que reducir el gasto público. Si quieres mejorar el tratamiento fiscal y los ingresos de los españoles, tienes que reducir el gasto público. Y a los primeros que hay que explicarles esto es a los españoles,  que son los primeros que piden qué hay de lo nuestro y claro, los políticos no son tontos, responden a esas peticiones.

El otro aspecto negativo que hay sobre los planes de pensiones es la mala gestión y la mala retribución por parte de los gestores privados. Hay una mala gestión y retribución entre otras cosas porque no hay ni quieren que haya competencia entre ellos. Y esto les puede introducir un cierto grado de competencia si en vez de hacer planes de empresa obligatorios como algunos piden – a mí la parte que me cruje ahí es de empresa ¿Por qué de empresa?- se hicieran planes individuales obligatorios y que el individuo meta su dinero en aquel Fondo que él crea más oportuno.  Especialmente quienes han estado más favorecidos en este entramado han sido las instituciones financieras bancarias. Más incluso que Seguros y otro Fondos de pensiones. Y son los más se han despreocupado de cuál era la rentabilidad, cuál era la seguridad y cuál era la gestión. Y eso ha estado enormemente gravado. Solamente por cada aportación te quitan un 0,25 (eso por depósito). Luego cuando haces la retirada te quitan más de un 1%. Es un dineral.

Álvaro Lodares (Economista)

@lodares

 

16 febrero, 2018

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