Opinión

¿Y las otras víctimas qué?

El pasado viernes, 16 de febrero, la Sexta columna, el programa que dirige Antonio G. Ferreras, estrenó un nuevo capítulo: CUNETAS PENDIENTES.

El objetivo que perseguía la cadena que dirige Jaume Roures era el de dar voz a algunos de los familiares de represaliados, que fueron muertos por causa de nuestra contienda civil, para contar su pequeña historia. También,el tratar de hacer justicia a la memoria de todas aquellas personas,del bando republicano, que se encuentran enterradas por las cunetas de los caminos de España:“La justicia aguarda bajo tierra en miles de cementerios y cunetas de toda España… familiares de represaliados luchan por devolver la dignidad a sus muertos… No buscan saldar cuentas entre vencedores y vencidos, sino dar consuelo a quienes han vivido privados de él”, tal como se refiere en la sinopsis del capítulo.

Represaliados a los que se les llama víctimas del franquismo, como si esta categoría fuera exclusiva,solamente, de aquellos que pertenecieron al bando republicano, mientras que las otras víctimas, las vinculadas al bando nacional, deben de llevar en el pecado de su adscripción política de derechas y en la de sus sentimientos religiosos, la penitencia.

Uno de los testimonios presentados fue el de Enriqueta Horcajuelo, hija de Enrique Horcajuelo Ramos que fue fusilado por la Guardia  Civil, en el cementerio de Talavera de la Reina, el 17 de octubre de 1942. El “pecado” cometido por Horcajuelo fue el de haber servido en el Ejército Republicano y tener dos carnets, el de la UGT y el de las Juventudes Socialistas Unificadas, tal como contaba su hija Enriqueta ante las cámaras.

Enrique Horcajuelo Ramos, de profesión jornalero antes de nuestra guerra civil, era natural de San Bartolomé de las Abiertas, un pequeño pueblo de Toledo situado a unos 20 kilómetros al sur de Talavera de la Reina.

San Bartolomé de las Abiertas debería tener en 1936 alrededor de 200 habitantes y 20 de ellos sufrieron el asesinato, por el simple hecho de ser católicos o de derechas.

El primero que tuvo el honor de sufrir el martirio fue el sacerdote de la localidad Simeón Bel Rodríguez, de 55 años. En la noche del 24 de agosto lo llevaron a Talavera de la Reina pero antes de llegar, cerca del Puente Viejo, en la llamada «Huerta del Calerano», atado a una higuera fue salvajemente torturado mientras recitaba jaculatorias y perdonaba a sus verdugos. Murió acribillado a tiros… amanecía el 25 de agosto de 1936. Su cuerpo permaneció durante cinco días insepulto, hasta que localizado fue inhumado en el cementerio de Talavera.

Nicolasa Sánchez Quintas fue otra de las personas ejecutadas por las víctimas del franquismo. Tenía 56 años cuando fue asesinada y debería ser un grave peligro para la república ya que tenía la mala costumbre de ir a Misa. Nicolasa no tuvo la suerte que el régimen franquista, del que se dice protegió tanto a sus víctimas, le hiciera, tras la guerra civil, una película a modo de Las 13 rosas.

Juan Antonio Lobato Morán, de 70 años, era de profesión comerciante y claro, con esos antecedentes, era otro gravísimo peligro público y es por eso que fue ejecutado.

Pablo Plaza de la Rocha, de 68 años y de profesión jornalero, pertenecía a Acción Obrerista y ese fue su gran mérito para ser vilmente asesinado.

Fernando Sánchez Sánchez, de 17 años, estudiante y sin adscripción política alguna, fue otra de las víctimas de la barbarie que sufrió el pequeño pueblo toledano de San Bartolomé de las Abiertas. Así hasta un total de 20 personas.

Doña Enriqueta, no dude que estoy con usted, en lo de darle a su padre, Enrique Horcajuelo Ramos, una sepultura digna en el Cementerio de Talavera de la Reina, donde hoy reposan sus restos, bajo la tierra y sin lápida alguna. Pero por favor no engañe a la audiencia diciendo que su único pecado fue el de tener dos carnets. Creo que Don Simeón, Doña Nicolasa, Don Juan Antonio, Don Pablo, Don Fernando, etc., merecen un respecto y el ser considerados víctimas, al menos tanto o más que su padre, cuando nos consta que es Enrique Horcajuelo Ramosuno de los principales sospechosos de la masacre y asesinato de 20 inocentes en San Bartolomé de las Abiertas. Si tiene dudas al respecto sobre esta información puede acudir al Archivo Histórico Nacional ES.28079.AHN/2.2.2.1.45.1.2//FC-CAUSA_GENERAL,1045,Exp.12, donde tiene completa información al respecto.

De la Sexta no espero que sus reporteros se pasen por San Bartolomé de las Abiertas y den voz a los familiares de las otras víctimas, ya que para sus millonarios socios y para toda la progresía intelectual de la izquierda, los muertos del bando nacional no son víctimas y solo merecen el calificativo de fascistas. ¡¡¡Ay si Doña Nicolasa levantara la cabeza y la preguntaran si era fascista!!!

Javier Cordero

 

18 febrero, 2018

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