Hola Chic@s, al fin despedimos y recibimos un nuevo año…
Un 2016 que llega con sorpresa, hoy quiero compartir con todos vosotros un regalo, una de las entrevistas más deseadas y que para mí es, un sueño hecho realidad…
«Hoy tomamos un tren que nos lleva directos a la elegancia, naturalidad y felicidad»
Manuel Roberto Mariño Fernández, Gallego nacido en Verin, Ourense, con más de 30 años dedicados a la moda y 20 años dedicados a la vitivinicultura. Fue en 1982 y después de estudiar Bellas Artes en París, cuando crea su firma, siendo solicitado en grandes pasarelas nacionales e internacionales, recibiendo así reconocidos premios a lo largo de toda su carrera, hoy cuenta con tiendas en casi todo el territorio nacional y está presente en diferentes partes del mundo. Imparable e incansable creador de sueños, sus materiales y sofisticada comodidad en sus diseños es algo que le caracteriza, llevadas también a sus colecciones para el hombre, fragancias y complementos.
Hoy nos abre un trocito de su corazón, un hombre realista que a distancias cortas nos transmite serenidad, perfección y mucho cariño, permitiéndonos conocer un poquito más el mundo que rodea a nuestro querido y admirado Roberto Verino.
¿Cuál es la clave del éxito?
Como recordaba mi querido Jesús del Pozo: trabajar, trabajar y trabajar…
¿Cómo se prepara Roberto Verino ante una nueva colección?
La primera decisión importante surge en la compra de los tejidos… Ese proceso, sobre todo en la ineludible cita de Première Vision, ya incluye una enorme cantidad de información sobre las tendencias más evidentes… Luego funciona un segundo filtro, que consiste en mirar “profesionalmente” a la calle… Lo que ha funcionado bien y lo que no ha funcionado en la anterior temporada es un buen indicador para reorientar tu próxima colección. Finalmente, toda esa información debe pasar por el molde de la “Casa”, lo que podíamos llamar el estilo de la marca… De ese cóctel de información salen las líneas maestras de toda nueva colección.
¿Qué ha aprendido Roberto tras toda una vida dedicada a la moda?
Que sólo el cliente tiene razón… O lo que es lo mismo, que tú puedes ser genial siempre, o hacer una colección genial en un momento dado, pero que si tu cliente, en ese momento, no “lo ve”…, toda tu genialidad no sirve para nada. A veces he propuesto cosas de las que estaba absolutamente seguro, pero muchos de mis clientes me las han pedido una temporada después… Consuela bastante pensar que eres un genio, pero también deprime mucho saber que éste no es un negocio del que se pueda vivir de éxitos morales. Si la caja no te da la razón, los éxitos siempre te parecen falsos… Esta reflexión no quiere decir que mi profesión no me haya enseñado a perseguir hasta el final una ilusión, pero probablemente, la experiencia sirve siempre para restar un poco de idealismo y sumar un poco de realismo…
¿Su mayor satisfacción profesional?
Haber cumplido, uno a uno, casi todos los sueños… y estar en el convencimiento de que la racha, como dicen los jugadores, va a continuar otros treinta años más… No me gustan las satisfacciones concretas y soy consciente de que he disfrutado muchas, incluidos los premios a mi carrera profesional, pero prefiero pensar en mi marca como un proyecto colectivo, como un proyecto a largo plazo, como un proyecto sin límites. Y la mayor satisfacción es ésa, ser conscientes de todo lo que nos queda por conseguir.
¿Qué no puede faltar en sus colecciones?
Una chaqueta, la prenda estrella del prêt-à-porter de nuestro tiempo. En ella, un diseñador se examina, al mismo tiempo de “fantasía” y de “fondo de armario”, o lo que es lo mismo, de básico indiscutible y de flash de moda… Una chaqueta es un comodín, el comodín que marca la diferencia…
¿Cómo nos definiría la elegancia?
La elegancia es sobre todo una actitud, que por supuesto, incluye ir bien vestidos… Pero no basta con ir bien vestidos, nuestros gestos pueden reforzar o invalidar esa condición necesaria, pero no suficiente. El traje hace mucho, pero no lo hace todo…
¿Después de demostrarnos mucho en la moda, los perfumes o el interiorismo… ahora nos sorprende con un vino gallego de altura, cabeza visible de la Denominación de Origen Monterrei. Hablemos de su faceta como vitivinicultura… Háblenos de él.
Mucho antes de ser yo consciente de ello, Verín había sido un lugar muy importante para el vino en Galicia, pero ese pasado espléndido, reconocido por los romanos o por los especialistas de los siglos XVI, XVII y XVIII, se había perdido en la ignorancia más absurda a finales del siglo XX. Me sentí un elegido por restablecer el prestigio de los vinos de mi tierra y luché, hace ya muchos años, por hacer el mejor vino posible, respetando, lógicamente, las variedades autóctonas del lugar. La experiencia fue muy dura, pero apasionante. Creo que conseguí demostrar que en Verín se pueden hacer vinos de una extraordinaria relación calidad precio. Ahora sé que fue mucho más difícil de lo que me imaginaba, pero también sé que el esfuerzo mereció la pena.
¿Algún reto por cumplir?
Muchos… Me gustaría conseguir, por ejemplo, una distribución internacional equivalente a la que tenemos en España… Un proyecto irrenunciable, aunque estos últimos años, por consecuencia de la crisis económica, haya tenido que esperar a tiempos mejores. La marca Roberto Verino tiene un enorme potencial de crecimiento en todas sus especialidades, pero, muchas veces, para alcanzar una meta necesitas unas inversiones que no dependen solo de ti. Me gustaría volver a reconquistar mercados que ya tuvimos, pero ese sueño requiere la alianza del partenaire adecuado.
¿A qué dedica su tiempo libre Roberto Verino?
No tengo tiempo libre… Me encanta mi trabajo y reconozco que incluso cuando estoy lejos de él sigo pensando en él… Eso no quiere decir que no me encante viajar, ir de compras, ver una exposición, una película, disfrutar de un libro, de un partido del Atlético de Madrid… Y de los infinitos placeres de una buena mesa…
«Roberto Verino, sueños cumplidos y otros muchos por cumplir, amante de la moda y elegancia, trabajador y creador de sueños incansable, siempre se encuentra en constante ebullición, un hombre realista, al que no se le resiste lo natural y sofisticado, actitud admirable ante un trabajo imparable, sin renunciar a los infinitos placeres de la vida, amante del arte y literatura… le encanta viajar y ver jugar al Atlético de Madrid, eso sí, siempre acompañado de un Vino de alta calidad y con el carácter de nuestra tierra Gallega…»
«Roberto Verino, diseñador que marca la diferencia, todo un coctel de elegancia y educación»
Gracias Roberto Verino y en especial a Cristina por su complicidad y amistad.
Deja un comentario