Opinión

El PSOE y su estilo predicador

EFE

Desde la Batalla de Las Termópilas, hay una manera chusca y ladina de hacer la guerra que consiste en la penalización del contrario y a ella se vienen dedicando, con fruición y esmero, Pedro Sánchez y su acólita, Margarita Robles. Este modal es añejo y encierra una gran dosis de sabiduría y unas cuantas gotas de maldad. El mal, cuando es tardo y flemático, goza en espesor y eficacia. Cuando las gestiones políticas dieron en sacar el filo mellado fue cuando las autonomías empezaron a perfilarse a modo de delito, para bien o para mal, y ahí están.

Antes de que el señor Rajoy haya trasladado un papel de un despacho a otro, los socialistas ya están empapelando al citado señor, cargándole con vaporosas culpas y yerros venideros. Es algo así como la pachanga de la anticipación, que gana cronológicamente al PP, convirtiendo estas verbenas burocráticas en penas aristocráticas para demostrar que la gente bien también peca y nosotros somos los beneficiarios. Estamos rebozados de culpa y confundimos la mera culpa con un lamparón histórico.

El señor Pedro Sánchez se dedica a difundir en tono populachero las culpas atribuidas al señor Rajoy. Y así, el adalid de los socialistas, está convirtiendo la biografía de la derecha en un pecado disperso que ya comprende todo lo que hace y dice un señor con barba y gafas. Pedro Sánchez hace la guerra a campo través y el liberalcapitalismo es una variante de la libertad, pero una variante malfamada por las mentiras y verdades de la señora Margarita Robles.

Al PP no le está ganando la guerra la dialéctica usada por estos señores, pero le está haciendo mucho daño la leyenda de culpables que les escribe Sánchez, y esto es sencillamente porque la izquierda bien vendida en la prensa y la tele cubre un mapa electoral que cada día tiene los colores más nítidos. Digamos que Mariano Rajoy hace la guerra en blanco y negro, mientras que el señor Sánchez hace una guerra color chaleco que le cae bien a su manera y a su exceso de talante.

El PSOE tiene mejor y más estilo predicador. El PP se deja alfabetizar por sus líderes, hasta el límite, y así les va luciendo la melena. El PSOE sabe venderse. El PP no pasa de anunciarse. Entre lo uno y lo otro está toda la diferencia.

Por Marisa Arcas

@marisaarcas

10 marzo, 2018

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