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Diez tips sobre rinoplastia

La nariz es nuestro rasgo más característico respecto a la armonía facial.

La rinoplastia es la operación más delicada que un cirujano plástico puede realizar. Su complejidad reside en que en el proceso de la intervención se mezclan los aspectos funcionales o respiratorios con los estéticos. Las expectativas del paciente y de qué manera va encajar los cambios en su rostro son otro de los puntos que hacen fascinante pero a la vez complicada esta operación.

Al año se realizan entre 15.000 y 20.000 operaciones de rinoplastia solamente en España. En  la gran mayoría de ellas se practican mejoras estéticas y también respiratorias ya que la función va unida a la mejoría estética en la nariz.

Es una de las operaciones que mayor crecimiento está experimentando en los últimos años debido a la sofisticación técnica que hace que los resultados sean más predecibles. Los pacientes acuden cada vez más a Internet para informarse acerca de las diferentes técnicas y entre ellos comentan opiniones, resultados, experiencias… a través de páginas webs especializadas donde mostramos resultados de nuestros trabajos con fotografías antes y después evidenciando la naturalidad que podemos conseguir cuando operamos una nariz. Te explico diez aspectos interesantes sobre esta cirugía:

1.- Básicamente las técnicas de rinoplastia se dividen en cerrada y abierta. Las dos técnicas son válidas, aunque cuando la punta nasal es la que requiere mayor atención, recurrimos a una técnica abierta mediante la cual podemos trabajar los cartílagos alares de manera más precisa que con una técnica cerrada. Cuando solamente es un pequeño caballete o una ligera desviación nasal lo que debemos mejorar en el paciente, la técnica elegida es la cerrada. Cada caso es diferente y el cirujano plástico debe valorar cada aspecto tanto estético como los relacionados con la función respiratoria para indicar una u otra técnica.

2.- Debemos tener en cuenta la proporción y armonía del rostro para consensuar con el paciente que tipo de nariz vamos a pretender en el resultado, ya que tenemos pacientes que nos piden dorsos rectos cuanto más naturales mejor; y en cambio hay otros que prefieren narices más cortas o con ligera curva en el dorso ya que lo consideran más femenino. Para definir exactamente qué resultado es el idóneo en cada caso particular y tener en cuenta esa opinión del paciente sobre qué tipo de nariz le gusta más, son muy útiles las fotografías que nos aportan en las consultas y el análisis de los casos clinicos antes y después a través de la web.

3.- La técnica de anestesia más segura para realizar una rinoplastia es la anestesia general. En FEMM nos gusta que los pacientes permanezcan ingresados una noche en el hospital y los vemos en consulta a las 24 horas de haberles dado de alta para retirar un tapón nasal y al cabo de 6-7 días para liberarlos de la escayola o inmovilización del dorso nasal.

4.- El resultado de la rinoplastia tarda bastante tiempo en ser definitivo y es al cabo de un año o incluso de un año y medio cuando consideramos que la nariz ya está desinflamada por completo. Las zonas de la columela o base nasal son las que más se inflaman y permanecen adormecidas, como con cierto acorchamiento, durante varios meses.

5.- Son frecuentes las asimetrías antes de la operación y tu cirujano trabajará intensamente en corregirlas, pero no obstante alguna asimetría puede permanecer en el postoperatorio o ir apareciendo a medida que la nariz va deshinchándose, por lo que los pacientes son informados antes de operarse de que la tasa de re intervención tras una rinoplastia ronda el 10% de los casos en cualquier parte del mundo. Estos retoques o re operaciones suelen realizarse al cabo de un año, cuando los tejidos son moldeables de nuevo y podemos valorar sin injerencias de los procesos inflamatorios cuál ha sido el resultado definitivo de la operación.

Fotografías antes y después de una rinoplastia cerrada con reducción del caballete, acortamiento nasal, estrechamiento del dorso y mejora del ángulo naso-labial. Se realiza también una otoplastia bilateral.

6.- Uno de los aspectos clave en la rinoplastia es la valoración y mejora si precisa de las válvulas nasales internas. Estas válvulas nasales son las que permiten un correcto deslizamiento del aire al entrar por las fosas nasales y para su mejoría utilizamos injertos espaciadores (spreadergrafts en inglés) que aporta el paciente de su propio tabique. Los cornetes superior, medio e inferior son las estructuras que el cuerpo utiliza para calentar el aire y humedecerlo. También se llaman turbinas y cuando son demasiado grandes obstruyen el paso del aire para lo cual trabajamos con los médicos otorrinos que nos ayudan en quirófano a disminuir su tamaño.

7.- Cada vez encontramos más problemas en la mucosa nasal con sangrados espontáneos, problemas de sequedad o irritación de la mucosa relacionados con la contaminación ambiental y que conseguimos mejorar aportando elasticidad y factores regeneradores mediante plasma rico en plaquetas (PRP) o con técnicas de lipofilling facial transportando células grasa que contienen abundantes células madre y nutrientes vasculares desde un depósito de grasa, como puede ser el abdomen, a la nariz. Con la grasa (lipofilling) o con el PRP paliamos los síntomas de rinitis atrófica o sequedad en la garganta y el paciente se encuentra más confortable a la vez que trabajamos la parte estética.

8.- El aspecto de la desviación nasal es uno de los más complejos de solucionar y lo primordial es corregir o rectificar una desviación a nivel interno para luego poder trabajar los aspectos más superficiales también torcidos. Una vez que se trabaja en quirófano un septo interno desviado, en ocasiones debemos recurrir a injertos que ayuden a mantener la desviación menos presente; es como colocar un pilar interno que empuje hacia el lado contrario de la nariz para mantenerla recta a pesar de que las estructuras tiendan a volver a su lugar original. Cuando una nariz tiene cierta curva, advertimos a los pacientes que cierta desviación podría permanecer a pesar del trabajo en quirófano. El resultado puede ser excelente, recto y corregido o bien la nariz tender a la desviación, aunque en este caso siempre será  menos torcida que la nariz original.

9.- La duración de una operación de nariz es variable según los aspectos que haya que trabajar, pero aplicando las últimas técnicas y realizando una rinoplastia avanzada son entre dos y tres horas lo que el cirujano tarda en operar la estructura que más influye en nuestro rostro a la hora de definir nuestra belleza facial. Cuando combinamos la operación de nariz con otro tipo de intervención, deben ser  operaciones que puedan realizarse boca arriba y que en el postoperatorio el paciente pueda permanecer en esta posición, ya que de otro modo la nariz se inflamaría demasiado y podría verse comprometido el resultado.

10.- El paciente puede trabajar desde casa a los 2-3 días de la operación desde un ordenador e incorporarse a vida social o reuniones de trabajo entre los 10 días y las dos semanas. Los resultados de esta intervención son excelentes y sorprendentes debido a los cambios que una nariz más pequeña o más bonita producen en la cara del paciente. Es una operación que no duele, aunque sí que es incómodo permanecer 24-48 horas con la nariz taponada; una vez pasado el periodo de convalecencia recomendamos cierta protección del sol y evitar deportes de impacto por un periodo de dos meses.

Dr. Ramón Calderón Nájera (cirujano plástico FEMM)

© FEMM Cirugía y Medicina Estética

15 marzo, 2018

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