Opinión

¿Por qué las superpotencias están jugando con fuego?

Eso es lo que están haciendo las grandes potencias, haciendo y contrahaciendo tonterías en materia de espionaje y contraespionaje. Que si Rusia envenena con gas nervioso a un ex espía suyo y mata a otro ruso exiliado, ambos en el Reino Unido; que si ello conlleva la expulsión desproporcionada de veintitrés diplomáticos rusos acreditados en Londres; que si París, Berlin y Washington se suman a Londres en su condena y exigencia de explicaciones a Rusia; que si Rusia, divertida, responde expulsando a su vez al mismo número de diplomáticos británicos.

Que  si tanto USA como Rusia nos anuncian la modernización de sus arsenales nucleares, con el lanzamiento del último misil hipersónico ruso contra el que de nada sirve el escudo anti-misiles norteamericano; que si EEUU va, debe y/o quiere dialogar con esa Corea del Norte cada vez mas cercana a la otra Corea pero que insiste en que la dejen ser potencia nuclear militar; que si Arabia Saudita anuncia que si se permite a Irán convertirse en potencia nuclear, ella, Arabia hará lo mismo y se dotara del arma atómica.
Que si el Presidente Trump sigue amenazando a todo el mundo, a derecha e izquierda, con su «guerra comercial», amenazando a todas las restantes potencias al mismo tiempo, léase Rusia, UE y China, junto a Japón; que si la inmigración descontrolada es un riesgo para todos los receptores  e «in crescendo»; que si, estúpidamente, EEUU decide aceptar Jerusalén como capital del agresivo Israel, ofendiendo y encendiendo a todo el Islam; y que si nadie consigue entender la confusa y eterna guerra/crisis siria, que dura ya siete años y donde también chocan unos contra otros, americanos contra rusos, sirios gubernamentales contra toda clase de rebeldes, demócratas, yihadistas o kurdos, a los que también ataca Turquia.
En fin, un lío gigantesco que parece poder desencadenar algún modo de conflicto o guerra mundial, que podría revestir la forma de la «fría» que duró cuarenta y cinco años tras la II Mundial a base de tensión; de guerra convencional en determinadas zonas con armas convencionales también; si como cada vez permite más la inteligencia artificial nos llevan a una guerra robótica o nos conducen al desastre nuclear por no ser capaces esas grandes potencias de solucionar la crisis económico/financiera que padecemos desde 2007 que es el tipo de problema que de verdad lleva a las guerras mundiales. La primera, 1914/18 costó diez millones de muertos, la segunda, 1939/45 se llevó por delante cincuenta millones de seres humanos, combatientes y en su mayoría civiles. La tercera, cuyo preludio nos están montando, podría costar mil millones de muertos. Pero, eso sí, después, la necesaria reconstrucción de los destruido traería muchas décadas de prosperidad para los supervivientes.

Manuel Monzon

19 marzo, 2018

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