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Casa de América, abarrotada en el homenaje a Mariano Ospina

                Fue una tarde calurosa en Madrid, en todos los sentidos. Hasta Aldo Olcese, al llevar a cabo sus palabras de clausura como presidente de la Fundación Independiente, hizo hincapié en la alta temperatura no sólo a las afueras, en la plaza de la Cibeles, sino en el salón de Casa América en el que no cabía un alfiler y en el que, con las puertas al fondo abiertas, se sumaban y sumaban personas que no quisieron faltar al homenaje a Mariano Ospina Hernández, político, diplomático, pensador y empresario colombiano.

En primera fila su viuda, Helena, que tuvo muy presente en sus palabras esa referencia siempre de su esposo, que se fue hace unas semanas, relativas a la necesidad de ser siempre “emprendededores de realidades y no meros mercaderes de sueños”. También presente su hijo, el empresario Javier Ospina. Y su nieto, Juango, diputado del Colegio de Abogados de Madrid y que estuvo arropado, entre el público, por la vicedecana Begoña Castro, o por otros miembros de la Junta de Gobierno del ICAM como José Ignacio Monedero, Eugenio Ribón o Ángela Cerrillos… también, entre el público y especialmente atento el magistrado Eloy Velasco.

El televisivo periodista Alfonso Merlos fue cediendo palabra tras palabra a su compañera Ana Samboal, que destacó cómo en Colombia “las personas han demostrado en un referéndum, con su voto, que pueden cambiar las cosas”. Pablo Casado, vicesecretario general de Comunicación del Partido Popular tuvo palabras para poner en valor la alianza entre Colombia y España, la importancia de mantener un vínculo transatlántico “de principios y de valores, de libertad y de respeto al Estado de derecho” muy vivo. Ramón Pérez Maura, uno de los analistas de política internacional más conocidos y reconocidos, llevó a cabo una disertación tan sintética como brillante sobre los sabores y sinsabores del proceso de paz.

También estuvo presente Camilo Rubiano, que resaltó las inminentes elecciones que se llevarán a cabo en Colombia, y “lo mucho que se juega el país”. Fueron especialmente emotivas las palabras de Helena, la viuda de Mariano Ospina Hernández, antes de que Leopoldo López ‘padre’ y Joseph Hamilton, en calidad de presidente de la Fundación Comunidad Iberoamericana, le entregaran una placa conmemorativa.

Fue un tributo esperado, merecido, especialmente emotivo. Del que salió una idea nítida: la fuerza y el protagonismo de la sociedad civil cuando da un paso al frente y propone debates y líneas de acción siempre pegadas a la defensa del interés general de los pueblos.

 Luis Díaz 

Redacción Madrid Code 

 

19 abril, 2018

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