El IPC interanual se ha disparado hasta el 2% en mayo según el dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística. Es casi el doble que abril. Estamos ante la tasa más alta en 13 meses. Detrás está el petróleo, el fuerte incremento de los carburantes y en menor medida el precio de la electricidad, en definitiva la energía.

En primer lugar lo que me dice todo esto es que estamos en un nivel de inflación mayor que el que hemos tenido últimamente, pero bastante moderado.

En segundo lugar, el origen de la inflación es básicamente energético: petróleo y energía eléctrica. La parte petrolera no la podemos controlar, pero la parte de la producción de energía eléctrica a mí no me cabe la menor duda que vamos a entrar en una senda de descenso de costes de producción y por tanto de precios, entre otras cosas porque tenemos los embalses llenos, entonces la parte hidroeléctrica pues va a empezar a funcionar si es que no ha empezado a funcionar ya. Eso va a moderar un poco los precios en esa materia.

Yo tengo dudas respecto a que el petróleo llegue a unos niveles mucho más altos de los que está  ahora, pero podría ocurrir. En esa situación ¿Qué es lo que tiene que hacer España? Pues lo que no ha hecho durante muchos años: empezar a ahorrar en el consumo de petróleo. Hay que buscar otras fuentes energéticas alternativas.

Luego está el riesgo del traslado de la inflación a los salarios. Es verdad que los salarios están cuasi estancados. Si empiezan la presiones salariales para absorber la tasa de inflación (cosa que sería razonable porque de esa manera el salario real se mantendría estable) los empresarios también tendrán que empezar a pensar en cómo mejorar los niveles de productividad para absorber ese shock.

De todos modos como digo, las cifras son moderadas.

Álvaro Lodares (Economista)

@lodares