Opinión

¿Qué perspectivas se vislumbran para el segundo semestre del 2018?

Parece que la conclusión que en su momento y en este mismo medio puse encima de la mesa para el año 2018 se ha ido confirmando. Defendí el optimismo de cara al 2018 matizado por una serie de riesgos latentes que existían y que parece que ahora se han materializado: la subida del precio del petróleo, el activismo proteccionista de Trump, la coalición populista en Italia o las subidas de tipos de interés en EEUU y su impacto en las economías emergentes.

Yo diría que en general por tanto los hechos me han dado la razón en el sentido de que hemos asistido a un primer trimestre del año con un crecimiento (más o menos el que anticipaba), una época de crecimiento generalizado en el mundo, con una economía americana más fuerte que las economías europeas, con unas economías emergentes en general comportándose bien y donde los riesgos han aparecido por aquello que en su momento señalaba como riesgos geopolíticos fundamentalmente.

Si yo tuviese que resaltar dos factores que dentro de los riesgos que en su momento apuntaba pueden sorprender por su intensidad, uno es la subida del precio del petróleo, eso tiene que ver también con los riesgos geopolíticos. Yo claramente asociaría la subida del precio del petróleo a los acontecimientos de Irán fundamentalmente y por tanto a más problemas de abastecimiento y oferta que de incremento de la demanda, pero sí dibujan un escenario de precios muy distinto.

Por lo tanto segunda conclusión: inflación muy distinta. Sobre todo en economías como la norteamericana donde empieza a preocupar la inflación. En una economía que no olvidemos que está en pleno empleo, que va a  sufrir un programa de inversión pública muy fuerte,  con unas rebajas fiscales importantes y que por tanto apunta a una época de crecimiento con problemas de endeudamiento fiscal y tensiones inflacionistas al alza. Eso ha llevado a los tipos de interés en EEUU a crecer más de lo que se podría haber apuntado, abrirse más el diferencial con Europa que está claramente más rezagada en ese ciclo y eso provoca tensiones y problemas emergentes por ejemplo en Argentina, probablemente en Turquía… yo todavía pienso sin embargo, que en el tema emergentes hay que saber diferenciar lo que son problemas puntuales en países que tienen problemas propios, de lo que es un problema de emergentes en general.

Yo no creo que estemos asistiendo a un problema otra vez de crisis en economías emergentes ¿Quién sufre? Sufre Argentina, fundamentalmente por un problema crónico de un gobierno que necesita dotarse de una popularidad y pospone las reformas hasta que los mercados le exigen las mismas. Esta es la tragedia argentina repetida. Y en Turquía pasa un poco lo mismo. El otro país emergente donde podemos tener ruido o incertidumbre importante obviamente es México por el tema comercial.

Pero creo que las noticias importantes son: el tema del petróleo, el endurecimiento de la posición comercial de Trump, donde además creo que es una noticia particularmente mala para los europeos. Parece que su estrategia de matón de barrio de enfrentarse directamente con China le ha dado réditos en el sentido de que los chinos van a reducir sus exportaciones a costa de Europa. Eso le genera un problema a México.  Pero en general hay buena situación económica, crecimiento moderado como se venía apuntando y riesgos geopolíticos que pueden darnos un susto importante.

En lo que se refiere a la Unión Europea y a España:

Si uno mira estrictamente los números macro españoles, siguen siendo muy buenos. Siguen mostrando fortaleza el consumo, la producción, el empleo y el crédito. Es verdad que con algunos indicios de moderación en el crecimiento, pero no tendríamos ningún motivo aparente para mostrar preocupación sobre que este año 2018 se alcancen los objetivos de crecimiento en el entorno del 3%. 2,5-3%, en la banda más cercana al 3 que al 2,5%.  Ahora bien, hay unos elementos de incertidumbre y preocupación significativa que ya se venían apuntando desde hace tiempo y que a mí me hacen resaltar dos o tres ideas fundamentales:

-No podemos seguir manteniendo este nivel de vulnerabilidad a circunstancias externas. Esto nos obligaría a plantearnos de una manera seria un objetivo de estabilidad fiscal más ambicioso del que da los Presupuestos del Estado.

  • Es verdad que en la situación política actual, con un reciente cambio de gobierno, es muy difícil pensar en que haya un acuerdo político amplio para afrontar estos problemas estructurales de fondo. Por lo tanto pensemos que lo razonable (no lo deseable) es contar con un escenario de una cierta vulnerabilidad de la economía española al ciclo de tipos de interés europeos que se va a mantener.

Otro dato: hay una serie de incertidumbres políticas propias. El tema catalán (que tiene su impacto en el clima inversor) y que además se apunta que es un tema de largo plazo. Sería deseable una solución conllevable.

Por tanto creo que en ese aspecto deberíamos ser más cautos en las proyecciones económicas respecto a España y deberíamos empezar a adoptar algunas medidas de reducir la vulnerabilidad. Esto implicaría el intento de un acuerdo político amplio para presentar una posición buena en Europa en este entorno y asegurar que los fundamentos macro no se pierden por circunstancias políticas.

Mi conclusión se podría resumir en un optimismo vigilante respecto a nuestra economía.

Álvaro Lodares

Economista

@alvarolodares

22 junio, 2018

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