Opinión

El recuento de los viejos pobres

Esto de los censos, recuentos, cálculos, cómputos y registros varios, acojona bastante. Resulta que según las últimas estadísticas, de cada cuatro viejos españoles, uno es pobre. Cuatro viejos y un pobre. Cuatro pobres y un viejo. La pobreza ha ido siempre unida a la vejez de los españoles. Parece que sólo se salvan algunos marqueses y algunos ex-políticos. Desde que España es España, o sea el Siglo de Oro, todo viejo tiene algo de pobre y todo pobre tiene algo de viejo. Esta es la verdad económica nacional.

Un país que presenta un pobre por cada cuatro ancianos sigue siendo un bodrio, una birria, una chapuza, un fracaso, una pena, bien si canta el Cara al sol, la Internacional, o esa cosa catalana que no se entiende. Don Francisco de Quevedo, siendo Señor de la Torre de Juan Abad, se declara más pobre que cualquier otro español. En España hay muchas catedrales románicas y góticas, y a ninguna le falta su pobre, también románico o gótico, a juego, para que conjunte.

Cuentan que a  don Juan de Austria le costó muchas fanegas redimir su condición de bastardo ante Felipe II. Siempre igual, los legítimos no perdonan y los bastardos andan jodidos. España se divide en ricos y pobres como se divide en legítimos y bastardos. Con todo nuestro golpe de democracia, la densidad borrosa de los pobres sigue generando chabolas de hambre allí donde termina la utopía de Manuela Carmena y empieza la España que soñara José Antonio.

Ni los presidentes de la democracia: Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar, Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez han sabido ni querido atender a la menesterosidad de los pobres, los viejos, los bastardos y los hijos de puta. Esta semana se ha muerto José María Setien, Obispo Emèrito de San Sebastián, amigo de los etarras y campeón de la frialdad con las víctimas. A velarle han acudido muy pocos de su gremio y una nutrida panda de pro-etarras. Así va España.

Aquí genera réditos la muerte, genera muertos la enfermedad y genera amigos el ¡Hola!. En la España de hoy tienes que elegir entre rico y pobre, entre viejo y joven, entre legítimo y bastardo, entre las tontunas de Pedro Sánchez y el socialismo de categoría. Ahí estamos entre Corinna y Juan Carlos, entre el Gordo y el Flaco.

Por Marisa Arcas

@marisaarcas

16 julio, 2018

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