Opinión

Pros y contras de la tecnología

El miedo a la tecnología es uno de los discursos machacones en los que militan de un tiempo a esta parte los enemigos de la libertad. Y este es un tema del que los economistas podemos hablar diría yo que con un cierto orgullo.

Mi idea es que de manera muy clara la tecnología es amiga de la libertad, aunque normalmente se considera exactamente lo contrario por un discurso políticamente correcto.

Tenemos que reflexionar sobre intuiciones equivocadas que tenemos sobre la realidad. Recordemos por ejemplo la Ley de Spencer, por Herbert Spencer, el famoso sociólogo victoriano. Por cierto, Spencer está enterrado en Londres en el mismo cementerio y casi en el mismo lugar donde está enterrado Marx (las tumbas están muy cerca) en el Cementerio de Highgate. Así que podemos llamar a ese lugar Marx and Spencer. Spencer al final del XIX dijo :“Cuanto más mejoran las cosas, más arrecian las protestas sobre su empeoramiento”. Él estaba viendo las protestas que había en la Inglaterra Victoriana sobre las condiciones de vida. Y miró los datos y dijo: pero si nunca en la vida se ha vivido mejor comparado con cualquier cosa del pasado. Sin embargo todavía tenemos la imagen del Siglo XIX como un siglo terrible en el que los niños trabajaban 12 horas. Nadie nunca piensa qué hacían los niños en el Siglo XVIII, en el XVII, en el XVI…  tenemos esa percepción. Y con la tecnología pasa lo mismo.

Uno de los grande miedos que atrae la tecnología es el miedo al desempleo. Como digo este tema es uno de los pocos campos donde los economistas desde hace tiempo dimos con la teoría adecuada para explicar la relación entre tecnología y empleo. La puso encima de la mesa un señor hace 200 años que se llamó David Ricardo. En la tercera edición de su libro recogió una discusión que estaba teniendo lugar entonces, que era: el movimiento de los luditas, destructores de máquinas. Los economistas anteriores no habían tocado el tema, pero Ricardo se encontró con que había un problema. Había movimientos de asaltos y saqueos a fábricas, había juicios, gente condenada, gente ahorcada… era un tema en plena discusión entonces.  Ricardo empieza razonando de la siguiente manera, dice: en principio parece que la indignación de los trabajadores hacia las máquinas está justificada. Si hay una fábrica que tiene 100 trabajadores y se introduce una máquina que hace el trabajo de 50, 50 trabajadores se han quedado en la calle. Con lo cual si uno mira eso, la impresión que se  tiene es que los luditas quizás puedan ser violentos en sus actos, pero no están mal en su teoría.  Pero Ricardo siguió razonando y dijo: a lo mejor lo que nos pasa es que estamos viendo solo una parte de la realidad. Tengamos una perspectiva más amplia.  Y dijo Ricardo: ¿Qué es lo que hace la tecnología? Evidentemente ha echado a los 50, no hay duda. Pero ¿Qué más hace? Y dice Ricardo: lo que hace la tecnología es aumentar la productividad y si sumamos todos los progresos tecnológicos de toda la economía, estamos incrementando la productividad del conjunto de la economía y por tanto estamos aumentando su crecimiento y por tanto estamos garantizando su capacidad de creación de empleo. Esta teoría que ha sido una y otra vez ratificada por la ciencia prueba la falsedad de la Ley de Spencer donde le echamos la culpa a la tecnología que no es más que una sucesión de bienes, entre ellos la creación de empleo. Si la tecnología (como algunos defienden) redujera empleo, el empelo habría desaparecido.

Pues el miedo al robot, que es la última muestra de este miedo a la tecnología reproduce el mismo error de los luditas de comienzos del Siglo XIX a los que refutaba Ricardo.

Tengamos por tanto en cuenta que la tecnología es una fuerza del bien y para la libertad porque reduce los costes. Esto no quiere decir que no tenga efectos negativos, recordemos los 50 empleados. Recordemos a todas las personas que si no se adaptan son víctimas de la tecnología.  El Señor Wells Fargo tuvo un disgusto cuando llegó el ferrocarril, él se dedicaba a llevar a la gente en diligencias. Y de pronto llega el ferrocarril mucho más barato y mucho mejor ¿Qué hizo? Pues readaptarse. Al final hasta se convirtió en un Banco.

Claro que hay disrupciones y efectos negativos en la tecnología. Pero la fuerza mayor, es una fuerza positiva. La reducción de costes es lo que ha provocado por ejemplo la liberación de la mujer. No son los políticos los que han conseguido esto. Han sido las mujeres con su propio esfuerzo y la tecnología. Fue la tecnología la que por primera vez desvinculó y ha desvinculado prácticamente del todo el trabajo de la fuerza física, que durante toda la historia de la humanidad fue la fuente de la superioridad del hombre sobre la mujer. Ahora ¿Qué trabajo no puede hacer una mujer?  Esa liberación vino producto de la tecnología.

La comunicación es otra cosa evidente. Siempre se decía que la caída del Muro de Berlín no había sido producto de la Guerra Fría de los Norteamericanos, que había sido producto de las antenas parabólicas. Es que simplemente la gente del otro lado ya no tenían que escuchar a alguien que les contara como se vivía del otro lado, lo podían ver en la tele y de pronto decir ¿Y por qué yo no voy a poder vivir como esos de allí si son iguales a mí?  Otra vez un abaratamiento del coste tiene esos enormes efectos positivos ¿Que naturalmente tiene desventajas? Pues claro ¿Qué es una de las últimas cosas para quienes se dedican o para quienes nos relacionamos con el mundo del periodismo? Las fakenews. Es una cosa real que está ocurriendo. De la misma manera que hace 400 años Gutenberg provocó una disrupción en el mercado de los libros.  Cuenta el magnífico historiador italiano Carlo Cipolla que antes de la imprenta en una casa de una familia rica de verdad podía haber 10 libros.  Era un producto de lujo el libro ¿Qué es lo que hace Gutenberg? Lo abarata, reduce los costes.  Entonces de pronto hay miles de libros.  Y dentro de esos miles de libros, hubo libros basura.  Es lo que permite la imprenta, es como lo que decía Esopo de la lengua,  que es lo mejor del mundo y también lo peor. Puedes decir te quiero, pero también puedes insultar, difamar, mentir…  con los libros pasó lo mismo. Y con la tecnología de la comunicación que ha explotado en nuestro tiempo pasa exactamente lo mismo.  Tienes una enorme capacidad de dar información y también tienes la capacidad de mentir.

¿Ante esos efectos negativos qué hay que hacer? Son verdad esos efectos negativos. Mi recomendación sería ¡Tengamos mucho cuidado! Hay que tener mucho cuidado a la hora de pensar que como la tecnología tiene efectos disruptivos entonces lo que hay que hacer es impedir su progreso, ponerle trabas, ponerle un impuesto al ferrocarril para que pueda competir la Wells Fargo con el tren, crear algo así como un Ministerio de la verdad, que parece ser la idea de algunos. Esto supondría perder toda la parte buena de la tecnología intentando resolver la parte mala. Con lo cual yo creo que tecnología y libertad que han sido un sinónimo siempre, lo podrán seguir siendo ahora.

 Álvaro Lodares (Economista)

@lodares

31 agosto, 2018

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