Cuando tratamos de explicar a los diputados por qué nuestro movimiento es un puntal para la Unión Europea, nos hablaban de quitar ese halo antiguo que tiene el iberismo. Algo normal, porque tiene 200 años, y es un anhelo histórico, volver a vivir en una península ibérica unida.
SML ¿Cómo convencer a los jóvenes de que nuestro ideal es moderno, sí cuándo queremos retraernos a una integración debemos remontarnos a Felipe II o a Recaredo?
¡Difícil! Pero la Sociedad ha desempolvado una idea, que fue planteada antes de tiempo. Cuando no estábamos preparados.
En la imagen tenéis un mapa de los países más euroescépticos. A la Unión le interesa tener un socio fuerte y unido en el Sur (si quiere sobrevivir).
Una integración peninsular nos permitiría alcanzar a Italia en importancia y equipararnos a Francia y Alemania en peso político.
El iberismo es un proyecto de, mínimo y salvo circunstancias excepcionales, décadas, que permitan reconstruir las relaciones hispanolusas. Ahora nos llevamos muy bien, pero nos decimos, repetimos y golpeamos el pecho con la frase de «cada uno en su casa». Y mientras los habitantes de Portugal y España se golpean el pecho, estamos cayendo víctimas de quiénes quieren destruir a la Unión Europea.
Europa se dará cuenta que, si quiere subsistir como empresa supranacional, debe derrotar al populismo, garantizar la Justicia Social y permitir a países afines como Portugal y España, iniciar procesos de integración que haga posible el iberismo y apuntalen a la Unión Europea antes de su debacle.
Somos la luz para la Unión. Marcamos el camino de un mundo globalizado y justo.
¡Iberia será!
Ginés de Lara. Sociedad Iberista.
@InfanteDeLara
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